4
Sin embargo, el rey insistió en que levantaran el censo, así que Joab y los comandantes del ejército salieron y contaron al pueblo de Israel.
5
Primero cruzaron el Jordán y acamparon en Aroer, al sur de la ciudad en el valle, en dirección a Gad. Luego fueron a Jazer,
6
después a Galaad en la tierra de Tahtim-hodsi
y a Danjaán y hasta Sidón.
7
Luego llegaron a la fortaleza de Tiro y a todas las ciudades de los heveos y los cananeos. Finalmente, fueron al sur de Judá,
aun hasta Beerseba.
8
Habiendo recorrido toda la tierra durante nueve meses y veinte días, regresaron a Jerusalén.
9
Joab informó el número de personas al rey. Había en Israel ochocientos mil guerreros competentes que podían manejar una espada, y además quinientos mil en Judá.
10
Juicio por el pecado de David
Pero después de haber levantado el censo, a David le comenzó a remorder la conciencia, y le dijo al Señor
: «He pecado grandemente al haber cometido el censo. Señor
, te ruego que perdones mi culpa por haber cometido esta tontería».
11
A la mañana siguiente, la palabra del Señor
vino al profeta Gad, quien era el vidente de David, y le dio este mensaje:
12
«Ve y dile a David: “Esto dice el Señor
: te doy tres opciones; escoge uno de estos castigos, y yo te lo impondré”».
13
De modo que Gad fue a ver a David y le preguntó:
—¿Vas a elegir tres
años de hambre en toda la tierra, o tres meses de huir de tus enemigos, o tres días de una terrible plaga por todo el país? Piénsalo bien y decide qué respuesta debo darle al Señor
, quien me envió.
14
—¡Estoy en una situación desesperada! —le respondió David a Gad—. Mejor que caigamos nosotros en las manos del Señor
, porque su misericordia es grande, y que no caiga yo en manos humanas.