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Cierta vez durante la cosecha, cuando David estaba en la cueva de Adulam, el ejército filisteo estaba acampado en el valle de Refaim. Los Tres (que formaban parte de los Treinta, un grupo selecto entre los hombres de guerra de David) descendieron a la cueva para encontrarse con él.
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En aquel tiempo, David se alojaba en la fortaleza, y un destacamento filisteo había ocupado la ciudad de Belén.
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David les comentó a sus hombres un vivo deseo: «¡Ah, cómo me gustaría tomar un poco de esa buena agua del pozo que está junto a la puerta de Belén!».
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Entonces los Tres atravesaron las líneas filisteas, sacaron agua del pozo junto a la puerta de Belén y se la llevaron a David. Pero David rehusó tomarla, en cambio la derramó como ofrenda al Señor
.
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«¡No permita el Señor
que la beba! —exclamó—. Esta agua es tan preciosa como la sangre de estos hombres
que arriesgaron la vida para traérmela». De manera que David no la tomó. Estos son ejemplos de las hazañas de los Tres.
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Los Treinta valientes de David
Abisai, hijo de Sarvia, hermano de Joab, era el líder de los Treinta.
En una ocasión usó su lanza para matar a trescientos guerreros enemigos en una sola batalla. Fue por hazañas como esta que se hizo tan famoso como los Tres.
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Abisai era el comandante y el más famoso de los Treinta
aunque no era uno de los Tres.
20
Estaba también Benaía, hijo de Joiada, un valiente guerrero
de Cabseel, quien hizo muchas proezas heroicas, entre ellas mató a dos campeones
de Moab. En otra ocasión, en un día de mucha nieve, Benaía persiguió a un león hasta un hoyo y lo mató.
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Otra vez, armado solamente con un palo, mató a un gran guerrero egipcio que estaba armado con una lanza. Benaía arrancó la lanza de la mano del egipcio y lo mató con ella.
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Hazañas como estas hicieron a Benaía tan famoso como los Tres, los guerreros más valientes.
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Recibió más honores que los demás miembros de los Treinta, aunque no era uno de los Tres. Además David lo nombró capitán de su escolta.