33
No, mi señor el rey, ¡no todos sus hijos están muertos! ¡Solo murió Amnón!
34
Mientras tanto, Absalón escapó.
En ese momento, el centinela que estaba sobre la muralla de Jerusalén vio a una multitud descendiendo de una colina por el camino desde el occidente. Entonces corrió y le dijo al rey:
—Veo a una multitud que viene por el camino de Horonaim por la ladera de la colina.
35
—¡Mire! —le dijo Jonadab al rey— ¡allí están! Ya vienen los hijos del rey, tal como dije.
36
Pronto llegaron, llorando y sollozando. Entonces el rey y todos sus siervos lloraron amargamente con ellos.
37
Y David hizo duelo por su hijo Amnón por muchos días.
Absalón huyó adonde estaba su abuelo Talmai, hijo de Amiud, rey de Gesur.
38
Se quedó en Gesur por tres años.
39
Y el rey David,
ya resignado de la muerte de Amnón, anhelaba reencontrarse con su hijo Absalón.