21
Oh montes de Gilboa,
que no caiga sobre ustedes lluvia ni rocío,
ni haya campos fructíferos que produzcan ofrendas de grano.
Pues fue allí donde se contaminó el escudo de los héroes poderosos;
el escudo de Saúl ya no será ungido con aceite.
22
El arco de Jonatán era potente,
y la espada de Saúl realizó su trabajo mortífero.
Derramaron la sangre de sus enemigos
y atravesaron a muchos héroes poderosos.
23
¡Cuán amados y agradables fueron Saúl y Jonatán!
Estuvieron juntos en la vida y en la muerte.
Eran más rápidos que águilas,
más fuertes que leones.
24
Oh mujeres de Israel, lloren por Saúl,
porque él las vistió con lujosas ropas escarlatas,
con prendas adornadas de oro.
25
¡Oh, cómo han caído los héroes poderosos en batalla!
Jonatán yace muerto en las colinas.
26
¡Cómo lloro por ti, Jonatán, hermano mío!
¡Oh, cuánto te amaba!
Tu amor por mí fue profundo,
¡más profundo que el amor de las mujeres!
27
¡Oh, cómo han caído los héroes poderosos!
Despojados de sus armas, yacen muertos.