9 Entonces Naamán fue con sus caballos y carros de guerra y esperó frente a la puerta de la casa de Eliseo;
10 pero Eliseo le mandó a decir mediante un mensajero: «Ve y lávate siete veces en el río Jordán. Entonces tu piel quedará restaurada, y te sanarás de la lepra».
11 Naamán se enojó mucho y se fue muy ofendido. «¡Yo creí que el profeta iba a salir a recibirme! —dijo—. Esperaba que él moviera su mano sobre la lepra e invocara el nombre del Señor
su Dios ¡y me sanara!
12 ¿Acaso los ríos de Damasco —el Abaná y el Farfar— no son mejores que cualquier río de Israel? ¿Por qué no puedo lavarme en uno de ellos y sanarme?». Así que Namaán dio media vuelta y salió enfurecido.
13 Sus oficiales trataron de hacerle entrar en razón y le dijeron: «Señor,
si el profeta le hubiera pedido que hiciera algo muy difícil, ¿usted no lo habría hecho? Así que en verdad debería obedecerlo cuando sencillamente le dice: “¡Ve, lávate y te curarás!”».
14 Entonces Naamán bajó al río Jordán y se sumergió siete veces, tal como el hombre de Dios le había indicado. ¡Y su piel quedó tan sana como la de un niño, y se curó!
15 Después Naamán y todo su grupo regresaron a buscar al hombre de Dios. Se pararon ante él, y Naamán le dijo:
—Ahora sé que no hay Dios en todo el mundo, excepto en Israel. Así que le ruego que acepte un regalo de su siervo.
16 Pero Eliseo respondió:
—Tan cierto como que el Señor
vive, a quien yo sirvo, no aceptaré ningún regalo.
Aunque Naamán insistió en que aceptara el regalo, Eliseo se negó.
17 Entonces Naamán le dijo:
—Está bien, pero permítame, por favor, cargar dos de mis mulas con tierra de este lugar, y la llevaré a mi casa. A partir de ahora, nunca más presentaré ofrendas quemadas o sacrificios a ningún otro dios que no sea el Señor
.
18 Sin embargo, que el Señor
me perdone en una sola cosa: cuando mi amo, el rey, vaya al templo del dios Rimón para rendirle culto y se apoye en mi brazo, que el Señor
me perdone cuando yo también me incline.
19 —Ve en paz —le dijo Eliseo.
Así que Naamán emprendió el regreso a su casa.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

2 Reyes 5:9 Vino, pues, Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a la entrada de la casa de Eliseo.

English Standard Version ESV

2 Kings 5:9 So Naaman came with his horses and chariots and stood at the door of Elisha's house.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

2 Reyes 5:9 Y vino Naamán con su caballería y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo

King James Version KJV

2 Kings 5:9 So Naaman came with his horses and with his chariot, and stood at the door of the house of Elisha.

New King James Version NKJV

2 Kings 5:9 Then Naaman went with his horses and chariot, and he stood at the door of Elisha's house.

Nueva Versión Internacional NVI

2 Reyes 5:9 Así que Naamán, con sus caballos y sus carros, fue a la casa de Eliseo y se detuvo ante la puerta.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

2 Reyes 5:9 Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y paróse á las puertas de la casa de Eliseo.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

2 Reyes 5:9 Y vino Naamán con su caballería y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo.

Herramientas de Estudio para 2 Reyes 5:9-19