7 También derribó las habitaciones de los prostitutos y las prostitutas de los santuarios paganos ubicados dentro del templo del Señor
, donde las mujeres tejían mantos para el poste dedicado a la diosa Asera.
8 Josías trasladó a Jerusalén a todos los sacerdotes que vivían en otras ciudades de Judá. También profanó los santuarios paganos donde habían ofrecido sacrificios, desde Geba hasta Beerseba. Destruyó los santuarios que estaban a la entrada de la puerta de Josué, gobernador de Jerusalén. Esta puerta estaba situada a la izquierda de la puerta principal de la entrada a la ciudad.
9 A los sacerdotes que habían servido en los santuarios paganos no se les permitió
servir en el altar del Señor
, en Jerusalén, pero se les dio permiso para comer pan sin levadura con los otros sacerdotes.
10 Después el rey profanó el altar de Tofet en el valle de Ben-hinom, a fin de que nunca más nadie lo usara para sacrificar a un hijo o una hija en el fuego,
como ofrenda a Moloc.
11 También quitó de la entrada del templo del Señor
las estatuas de caballos que los reyes anteriores de Judá habían dedicado al sol, las cuales estaban cerca de las habitaciones del eunuco Natán-melec, un funcionario de la corte.
El rey también quemó los carros de guerra dedicados al sol.
12 Josías derribó los altares que los reyes de Judá habían construido en la azotea del palacio, sobre la habitación de Acaz en el piso de arriba. El rey destruyó los altares que Manasés había construido en los dos atrios del templo del Señor
. Los hizo añicos
y esparció los pedazos en el valle de Cedrón.
13 El rey también profanó los santuarios paganos que estaban al oriente de Jerusalén y al sur del monte de la Corrupción, donde el rey Salomón de Israel había construido santuarios para Astoret, la diosa detestable de los sidonios; para Quemos, el dios detestable de los moabitas; y para Moloc,
el repugnante dios de los amonitas.
14 Destrozó las columnas sagradas y derribó los postes dedicados a la diosa Asera. Luego profanó estos lugares al esparcir huesos humanos sobre ellos.
15 El rey también derribó el altar que estaba en Betel, el santuario pagano que Jeroboam, hijo de Nabat, había levantado cuando hizo pecar a Israel. Quemó el santuario y lo molió hasta convertirlo en cenizas, y quemó el poste dedicado a la diosa Asera.
16 Luego Josías se dio vuelta y notó que había varias tumbas en la ladera de la colina. Ordenó que sacaran los huesos y los quemó sobre el altar de Betel para profanarlo. (Todo sucedió tal como lo había anunciado el Señor
por medio del hombre de Dios cuando Jeroboam se paró junto al altar durante el festival).
Después Josías se dio vuelta y miró hacia arriba, a la tumba del hombre de Dios
que había predicho estas cosas.
17 —¿Qué es ese monumento que está allí? —preguntó Josías.
Y la gente de la ciudad contestó:
—¡Es la tumba del hombre de Dios que vino desde Judá y predijo precisamente lo que tú acabas de hacer al altar de Betel!
18 —¡Déjenlo en paz! —respondió Josías—, ¡no molesten sus huesos!
Por lo tanto, no quemaron sus huesos ni los del viejo profeta de Samaria.
19 Después Josías demolió todas las edificaciones que había en los santuarios paganos de los pueblos de Samaria, tal como lo hizo en Betel. Estas construcciones fueron obra de diversos reyes de Israel y con ellas hicieron enojar mucho al Señor
.
20 Por último, el rey ejecutó a los sacerdotes de los santuarios paganos sobre sus propios altares y quemó huesos humanos en los altares para profanarlos. Cuando terminó, volvió a Jerusalén.
21 Josías celebra la Pascua
Luego el rey Josías emitió la siguiente orden para todo el pueblo: «Ustedes deben celebrar la Pascua para el Señor
su Dios, como se exige en este libro del pacto».
22 No se había celebrado una Pascua igual desde la época en que los jueces gobernaban en Israel, ni durante todos los años de los reyes de Israel y de Judá.
23 La Pascua se celebró en Jerusalén en honor al Señor
, en el año dieciocho del reinado de Josías.
24 Josías también se deshizo de los médiums y los videntes, de los dioses familiares, de los ídolos,
y de todas las demás prácticas detestables, tanto en Jerusalén como por toda la tierra de Judá. Lo hizo en obediencia a las leyes escritas en el rollo que el sacerdote Hilcías había encontrado en el templo del Señor
.
25 Nunca antes hubo un rey como Josías, que se volviera al Señor
con todo su corazón, con toda su alma y con todas sus fuerzas, obedeciendo todas las leyes de Moisés. Desde entonces nunca más hubo un rey como él.
26 Aun así, el Señor
estaba muy enojado con Judá, debido a todas las perversidades que Manasés había hecho para provocarlo.
27 Pues el Señor
dijo: «También expulsaré a Judá de mi presencia, así como expulsé a Israel; y rechazaré a Jerusalén, mi ciudad escogida, y al templo donde debía honrarse mi nombre».
28 Los demás acontecimientos del reinado de Josías y todos sus logros están registrados en
29 Durante el reinado de Josías, el faraón Necao, rey de Egipto, fue al río Éufrates para ayudar al rey de Asiria. El rey Josías y su ejército salieron a enfrentarlo,
pero el rey Necao
mató a Josías cuando se encontraron en Meguido.
30 Los funcionarios de Josías llevaron su cuerpo en un carro de guerra desde Meguido hasta Jerusalén y lo enterraron en su tumba. Entonces la gente de la nación ungió a Joacaz, hijo de Josías, y lo proclamó el siguiente rey.
31 Joacaz gobierna en Judá
Joacaz tenía veintitrés años cuando subió al trono y reinó en Jerusalén tres meses. Su madre se llamaba Hamutal y era hija de Jeremías, de Libna.
32 Joacaz hizo lo malo a los ojos del Señor
, igual que sus antepasados.
33 El faraón Necao metió a Joacaz en la cárcel de Ribla, en la tierra de Hamat, para impedir que gobernara
en Jerusalén. También exigió que Judá pagara un tributo de tres mil cuatrocientos kilos de plata, y treinta y cuatro kilos de oro.
34 Joacim gobierna en Judá
Luego el faraón Necao puso en el trono a Eliaquim, otro de los hijos de Josías, para que reinara en lugar de su padre y le cambió el nombre a Joacim. Joacaz fue llevado a Egipto como prisionero, y allí murió.
35 Para obtener la plata y el oro que el faraón Necao exigía como tributo, Joacim recaudaba un impuesto de los habitantes de Judá, para el cual les pedía que pagaran en proporción a sus riquezas.
36 Joacim tenía veinticinco años cuando subió al trono y reinó en Jerusalén once años. Su madre se llamaba Zebuda y era hija de Pedaías, de Ruma.
37 Él hizo lo malo a los ojos del Señor
, igual que sus antepasados.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

2 Reyes 23:7 También derribó las casas de los dedicados a la prostitución que estaban en la casa del SEÑOR, donde las mujeres tejían pabellones para la Asera.

English Standard Version ESV

2 Kings 23:7 And he broke down the houses of the male cult prostitutes who were in the house of the LORD, where the women wove hangings for the Asherah.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

2 Reyes 23:7 Asimismo derribó las casas de los prostitutos del culto pagano que estaban junto a la Casa del SEÑOR, en las cuales tejían las mujeres pabellones para el bosque

King James Version KJV

2 Kings 23:7 And he brake down the houses of the sodomites, that were by the house of the LORD, where the women wove hangings for the grove.

New King James Version NKJV

2 Kings 23:7 Then he tore down the ritual booths of the perverted persons that were in the house of the Lord, where the women wove hangings for the wooden image.

Nueva Versión Internacional NVI

2 Reyes 23:7 Además, derrumbó en el templo del SEÑOR los cuartos dedicados a la prostitución sagrada, donde las mujeres tejían mantos para la diosa Aserá.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

2 Reyes 23:7 Además derribó las casas de los sodomitas que estaban en la casa de Jehová, en las cuales tejían las mujeres pabellones para el bosque.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

2 Reyes 23:7 Asimismo derribó las casas de los sodomitas que estaban en la Casa del SEÑOR, en las cuales tejían las mujeres pabellones para el bosque.

Herramientas de Estudio para 2 Reyes 23:7-37