10
Luego, al final de la celebración,
Salomón despidió al pueblo. Todos estaban llenos de alegría y muy contentos porque el Señor
había sido bueno con David, con Salomón y con su pueblo Israel.
11
Respuesta del Señor
a Salomón
Así que Salomón terminó de construir el templo del Señor
y también el palacio real. Llevó a cabo todo lo que había pensado hacer en la construcción del templo y del palacio.
12
Luego una noche el Señor
se le apareció a Salomón y le dijo:
«He oído tu oración y he elegido este templo como el lugar para que se realicen sacrificios.
13
Puede ser que a veces yo cierre los cielos para que no llueva o mande langostas para que devoren las cosechas o envíe plagas entre ustedes;
14
pero si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, busca mi rostro y se aparta de su conducta perversa, yo oiré desde el cielo, perdonaré sus pecados y restauraré su tierra.
15
Mis ojos estarán abiertos y mis oídos atentos a cada oración que se eleve en este lugar.
16
Pues he elegido este templo y lo he apartado para que sea santo, un lugar donde mi nombre será honrado para siempre. Lo vigilaré sin cesar, porque es muy preciado a mi corazón.
17
»En cuanto a ti, si me sigues fielmente como lo hizo tu padre David y obedeces todos mis mandatos, decretos y ordenanzas,
18
entonces yo estableceré tu dinastía en el trono. Pues hice este pacto con tu padre David cuando le dije: “Uno de tus descendientes siempre gobernará a Israel”.
19
»Sin embargo, si tú o tus descendientes me abandonan y desobedecen los decretos y los mandatos que les he dado, y sirven y rinden culto a otros dioses,
20
entonces yo desarraigaré al pueblo de la tierra que le he dado. Rechazaré este templo que hice santo para honrar mi nombre; haré que sea objeto de burla y de ridículo entre las naciones;