5 “Desde el día en que saqué a mi pueblo de la tierra de Egipto, nunca escogí una ciudad de ninguna de las tribus de Israel como el sitio donde se construyera un templo para honrar mi nombre. Tampoco elegí a un rey para que guiara a mi pueblo Israel;
6 pero ahora he elegido a Jerusalén como el lugar para que mi nombre sea honrado, y he elegido a David para que sea rey de mi pueblo Israel”».
7 Después Salomón dijo: «Mi padre David quería construir este templo para honrar el nombre del Señor
, Dios de Israel.
8 Pero el Señor
le dijo: “Tú querías construir el templo para honrar mi nombre; tu intención es buena,
9 pero no serás tú quien lo haga. Será uno de tus hijos quien construya el templo para honrarme”.
10 »Ahora el Señor
ha cumplido la promesa que hizo, porque he llegado a ser rey en lugar de mi padre y ocupo el trono de Israel, tal como el Señor
lo prometió. He construido este templo para honrar el nombre del Señor
, Dios de Israel.
11 Allí he colocado el arca, la cual contiene el pacto que el Señor
hizo con el pueblo de Israel».
12 Oración de dedicación de Salomón
Luego Salomón, de pie ante el altar del Señor
y frente a toda la comunidad de Israel, levantó las manos en oración.
13 Ahora bien, Salomón había hecho una plataforma de bronce de dos metros con treinta centímetros de largo, dos metros con treinta centímetros de ancho y un metro con cuarenta centímetros de altura,
y la había colocado en el centro del atrio exterior del templo. Se puso de pie sobre la plataforma y después se arrodilló frente a toda la comunidad de Israel y levantó las manos hacia el cielo.
14 Oró así:
«Oh Señor
, Dios de Israel, no hay Dios como tú en los cielos ni en la tierra. Tú cumples tu pacto y muestras amor inagotable a quienes andan delante de ti de todo corazón.
15 Has cumplido tu promesa a tu siervo David, mi padre. Pronunciaste esa promesa con tu boca y hoy la has cumplido con tus propias manos.
16 »Ahora, oh Señor
, Dios de Israel, lleva a cabo la otra promesa que le hiciste a tu siervo David, mi padre, cuando le dijiste: “Si tus descendientes cuidan su comportamiento y siguen mi ley con fidelidad, así como tú lo has hecho, siempre habrá uno de ellos sentado en el trono de Israel”.
17 Ahora, oh Señor
, Dios de Israel, cumple esta promesa que le hiciste a tu siervo David.
18 »¿Pero es realmente posible que Dios habite en la tierra, entre seres humanos? Ni siquiera los cielos más altos pueden contenerte, ¡mucho menos este templo que he construido!
19 Sin embargo, escucha mi oración y mi súplica, oh Señor
mi Dios. Oye el clamor y la oración que tu siervo te eleva.
20 Que día y noche tus ojos estén sobre este templo, este lugar del cual tú has dicho que allí pondrías tu nombre. Que siempre oigas las oraciones que elevo hacia este lugar.
21 Que atiendas las peticiones humildes y fervientes de mi parte y de tu pueblo Israel cuando oremos hacia este lugar. Sí, óyenos desde el cielo donde tú vives y, cuando nos escuches, perdona.
22 »Si alguien agravia a otra persona y se le exige que haga juramento de inocencia ante tu altar en este templo,
23 oye entonces desde el cielo y juzga entre tus siervos, entre el acusador y el acusado. Paga al culpable según su merecido; absuelve al inocente debido a su inocencia.
24 »Si tu pueblo Israel cae derrotado ante sus enemigos por haber pecado contra ti, pero luego vuelve y reconoce tu nombre y eleva oraciones a ti en este templo,
25 oye entonces desde el cielo y perdona el pecado de tu pueblo Israel, y hazlo volver a esta tierra que diste a ellos y a sus antepasados.
26 »Si los cielos se cierran y no hay lluvia porque tu pueblo ha pecado contra ti, y si luego ellos oran hacia este templo y reconocen tu nombre y se apartan de sus pecados, porque tú los has castigado,
27 oye entonces desde el cielo y perdona los pecados de tus siervos, de tu pueblo Israel. Enséñales a seguir el camino correcto y envía lluvia sobre tu tierra, la tierra que diste a tu pueblo como su preciada posesión.
28 »Si hay hambre en la tierra, o pestes, o plagas en los cultivos, o ataques de langostas u orugas, o si los enemigos de tu pueblo invaden el territorio y sitian las ciudades —cualquiera sea el desastre o la enfermedad que ocurra—;
29 si luego tu pueblo Israel ora por sus dificultades con las manos levantadas hacia este templo,
30 oye entonces desde el cielo donde vives, y perdona. Haz con tu pueblo según merecen sus acciones, porque solo tú conoces el corazón de cada ser humano.
31 Entonces ellos te temerán y andarán en tus caminos mientras vivan en la tierra que diste a nuestros antepasados.
32 »En el futuro, los extranjeros que no pertenezcan a tu pueblo Israel oirán de ti. Vendrán de tierras lejanas cuando oigan de tu gran nombre, de tu mano fuerte y de tu brazo poderoso. Cuando ellos oren en dirección a este templo,
33 oye entonces desde el cielo donde vives y concédeles lo que te pidan. De esa forma, todos los habitantes de la tierra llegarán a conocerte y a temerte, igual que tu pueblo Israel. También sabrán que este templo que he construido honra tu nombre.
34 »Si tu pueblo sale a donde tú lo envías a luchar contra sus enemigos, y si ora a ti en dirección a esta ciudad que has escogido y hacia este templo que yo he construido para honrar tu nombre,
35 oye entonces desde el cielo sus oraciones y defiende su causa.
36 »Si ellos pecan contra ti (¿y quién nunca ha pecado?), tal vez te enojes con ellos y permitas que sus enemigos los conquisten y los lleven cautivos a una tierra extranjera, ya sea cerca o lejos.
37 Sin embargo, tal vez en esa tierra, donde estén desterrados, se vuelvan a ti arrepentidos y oren así: “Hemos pecado, hemos hecho lo malo y hemos actuado de manera perversa”.
38 Si ellos se vuelven a ti con todo el corazón y con toda el alma en la tierra en la que estén cautivos, y oran en dirección a la tierra que diste a sus antepasados —hacia esta ciudad que escogiste y hacia este templo que he construido para honrar tu nombre—,
39 oye entonces sus oraciones y sus peticiones desde el cielo donde vives, y defiende su causa. Perdona a tu pueblo que ha pecado contra ti.
40 »Oh Dios mío, que tus ojos estén abiertos y tus oídos atentos a todas las oraciones que se eleven a ti en este lugar.
41 »Ahora levántate, oh Señor
Dios, y entra en tu lugar de descanso,
junto con el arca, símbolo de tu poder.
Que tus sacerdotes, oh Señor
Dios, se vistan de salvación;
que tus leales servidores se alegren en tu bondad.
42 Oh Señor
Dios, no rechaces al rey que has ungido.
Recuerda tu amor inagotable hacia tu siervo David».

La Biblia de las Américas (Español) BLA

2 Crónicas 6:5 "Desde el día en que saqué a mi pueblo de la tierra de Egipto, no escogí ninguna ciudad de entre todas las tribus de Israel en la cual edificar una casa para que estuviera allí mi nombre, ni escogí a hombre alguno por príncipe sobre mi pueblo Israel;

English Standard Version ESV

2 Chronicles 6:5 'Since the day that I brought my people out of the land of Egypt, I chose no city out of all the tribes of Israel in which to build a house, that my name might be there, and I chose no man as prince over my people Israel;

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

2 Crónicas 6:5 Desde el día que saqué mi pueblo de la tierra de Egipto, ninguna ciudad he elegido de todas las tribus de Israel para edificar casa donde estuviera mi Nombre, ni he escogido varón que fuera príncipe sobre mi pueblo Israel

King James Version KJV

2 Chronicles 6:5 Since the day that I brought forth my people out of the land of Egypt I chose no city among all the tribes of Israel to build an house in, that my name might be there; neither chose I any man to be a ruler over my people Israel:

New King James Version NKJV

2 Chronicles 6:5 'Since the day that I brought My people out of the land of Egypt, I have chosen no city from any tribe of Israel in which to build a house, that My name might be there, nor did I choose any man to be a ruler over My people Israel.

Nueva Versión Internacional NVI

2 Crónicas 6:5 “Desde el día en que saqué de la tierra de Egipto a mi pueblo, no elegí a ninguna ciudad de las tribus de Israel para que en ella se me construyera un templo donde yo habitara, ni elegí a nadie para que gobernara a mi pueblo Israel.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

2 Crónicas 6:5 Desde el día que saqué mi pueblo de la tierra de Egipto, ninguna ciudad he elegido de todas las tribus de Israel para edificar casa donde estuviese mi nombre, ni he escogido varón que fuese príncipe sobre mi pueblo Israel.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

2 Crónicas 6:5 Desde el día que saqué mi pueblo de la tierra de Egipto, ninguna ciudad he elegido de todas las tribus de Israel para edificar casa donde estuviese mi Nombre, ni he escogido varón que fuese príncipe sobre mi pueblo Israel.

Herramientas de Estudio para 2 Crónicas 6:5-42