1
Así que decidí que no les causaría tristeza con otra visita dolorosa.
2
Pues, si yo les causo tristeza, ¿quién me alegrará a mí? Por cierto, no será alguien a quien yo haya entristecido.
3
Por eso les escribí como lo hice, para que, cuando llegue, no me causen tristeza los mismos que deberían darme la más grande alegría. Seguramente, todos ustedes saben que mi alegría proviene de que estén alegres.
4
Escribí aquella carta con gran angustia, un corazón afligido y muchas lágrimas. No quise causarles tristeza, más bien quería que supieran cuánto amor tengo por ustedes.
5
Perdón para el pecador
No exagero cuando digo que el hombre que causó todos los problemas los lastimó más a todos ustedes que a mí.
6
La mayoría de ustedes se le opusieron, y eso ya fue suficiente castigo.
7
No obstante, ahora es tiempo de perdonarlo y consolarlo; de otro modo, podría ser vencido por el desaliento.
8
Así que ahora les ruego que reafirmen su amor por él.
9
Les escribí como lo hice para probarlos y ver si cumplirían mis instrucciones al pie de la letra.