14
David se quedó en el desierto en los refugios, y permaneció en la región montañosa en el desierto de Zif. Saúl lo buscaba todos los días, pero Dios no lo entregó en su mano
15
Y se dio cuenta David que Saúl había salido para quitarle la vida; y David se encontraba en el desierto de Zif, en Hores.
16
Y Jonatán, hijo de Saúl, se levantó y fue a donde estaba David en Hores, y le fortaleció en Dios.
17
Y le dijo: No temas, porque la mano de Saúl mi padre no te encontrará, y tú reinarás sobre Israel y yo seré segundo después de ti; Saúl mi padre también sabe esto.
18
Hicieron los dos un pacto delante del SEÑOR; y David permaneció en Hores mientras Jonatán se fue a su casa.
19
Entonces subieron los de Zif a Saúl en Guibeá diciendo: ¿No está David escondido entre nosotros en los refugios en Hores, en la colina de Haquila que está al sur de Jesimón
20
Ahora bien, oh rey, desciende conforme a todo el deseo de tu alma para hacerlo; y nuestra parte será entregarlo en manos del rey.
21
Y Saúl dijo: Benditos seáis del SEÑOR, porque os compadecisteis de mí
22
Id ahora, aseguraos, investigad y ved dónde está su escondite, y quién le ha visto allí, porque me han dicho que es muy astuto.
23
Mirad entonces, reconoced todos los escondites donde se oculta, regresad a mí cuando estéis seguros, y yo iré con vosotros; y sucederá que si estuviera en la tierra, he de hallarle entre todos los miles de Judá.
24
Ellos se levantaron y fueron a Zif delante de Saúl. Y David y sus hombres estaban en el desierto de Maón, en el Arabá, al sur de Jesimón.