10
Así que los hombres de Jabes dijeron a sus enemigos: «Mañana iremos a ustedes y podrán hacer con nosotros lo que quieran».
11
Pero a la mañana siguiente, antes del amanecer, Saúl llegó con su ejército dividido en tres destacamentos. Entonces atacó por sorpresa a los amonitas y los masacró durante toda la mañana. El resto del ejército amonita quedó tan disperso que no había dos de ellos juntos.
12
Entonces la gente clamó a Samuel:
—¿Ahora, dónde están esos hombres que decían: “¿Por qué debe Saúl gobernarnos?”? ¡Tráiganlos aquí y los mataremos!
13
Pero Saúl respondió:
—Nadie será ejecutado hoy, ¡porque este día el Señor
rescató a Israel!
14
Luego Samuel dijo a la gente:
—¡Vengan, vamos todos a Gilgal para renovar el reino!
15
Así que todos fueron a Gilgal y en una ceremonia solemne delante del Señor
proclamaron rey a Saúl. Después ofrecieron ofrendas de paz al Señor
, y Saúl y todos los israelitas se llenaron de alegría.