22
Los capiteles de las columnas tenían forma de lirios. Así quedó terminado el trabajo de las columnas.
23
Luego Huram fundió un enorme tazón redondo, que medía cuatro metros y medio de borde a borde, llamado el Mar. Tenía dos metros con treinta centímetros de profundidad y cerca de catorce metros de circunferencia.
24
Por debajo del borde, estaba rodeado por dos hileras de calabazas decorativas. Había unas veinte calabazas por cada treinta centímetros
de la circunferencia, que se habían fundido como parte del tazón.
25
El Mar estaba colocado sobre una base formada por doce bueyes de bronce
que miraban hacia fuera. Tres miraban hacia el norte, tres hacia el occidente, tres hacia el sur y tres hacia el oriente; y el Mar estaba asentado sobre ellos.
26
El grosor del Mar era de unos ocho centímetros,
su borde era acampanado como una copa y se parecía a una flor de nenúfar. Tenía capacidad para unos cuarenta y dos mil litros
de agua.
27
Huram también hizo diez carretas de bronce para llevar agua; cada una medía un metro con ochenta centímetros de largo, lo mismo de ancho, y tenía una altura de un metro con cuarenta centímetros.
28
Las carretas estaban construidas con paneles laterales asegurados con travesaños.
29
Tanto los paneles como los travesaños estaban decorados con tallas de leones, bueyes y querubines. Por encima y por debajo de los bueyes y leones había como adorno una guirnalda.
30
Cada carreta tenía cuatro ruedas de bronce con sus ejes también de bronce. En las esquinas contaban con unos soportes para los tazones de bronce; estos soportes estaban decorados a cada lado con tallas de guirnaldas.
31
En la parte superior de cada carreta había un marco redondo para el tazón. Ese marco sobresalía cuarenta y seis centímetros
por encima de la carreta, como un pedestal redondo; la abertura del marco medía sesenta y nueve centímetros
de lado a lado y estaba decorada por fuera con tallas de guirnaldas. Los paneles de las carretas eran cuadrados, no redondos.
32
Debajo de los paneles había cuatro ruedas conectadas a ejes que se habían fundido en una sola pieza con la carreta. Las ruedas tenían sesenta y nueve centímetros de diámetro
33
y eran semejantes a ruedas de carruajes. Los ejes, los rayos, los bordes y los cubos se fundieron con bronce derretido.
34
Cada una de las cuatro esquinas de las carretas tenía un agarradero, que también se había fundido en una sola pieza con la carreta.
35
A lo largo de la parte superior de cada carreta había un borde que medía veintitrés centímetros
de ancho. Los soportes de las esquinas y los paneles laterales se fundieron en unidad en una sola pieza con la carreta.
36
Los paneles y los soportes de las esquinas estaban decorados con tallas de querubines, leones y palmeras, colocados según el espacio disponible, y había guirnaldas por todos lados.
37
Las diez carretas para llevar agua eran del mismo tamaño y fueron hechas iguales, pues cada una fue fundida en el mismo molde.
38
Huram también hizo diez tazones de bronce más pequeños, uno para cada carreta. Cada tazón medía un metro con ochenta centímetros de diámetro y tenía capacidad para ochocientos cuarenta litros
de agua.
39
Puso cinco carretas en el lado sur del templo y cinco en el lado norte. El gran tazón de bronce llamado el Mar fue ubicado cerca de la esquina suroriental del templo.
40
También hizo los lavamanos, las palas y los tazones que se necesitaban.
Finalmente Huram terminó todo el trabajo que el rey Salomón le había asignado que hiciera para el templo del Señor
:
41
las dos columnas;
los dos capiteles con forma de tazón en la parte superior de las columnas;
las dos redes de cadenas entrelazadas que decoraban los capiteles;
42
las cuatrocientas granadas que colgaban de las cadenas sobre los capiteles (dos filas de granadas por cada red de cadenas que decoraban los capiteles sobre las columnas);
43
las diez carretas para llevar agua que sostenían los diez tazones;
44
el Mar y los doce bueyes que lo sostenían;
45
y los recipientes para la ceniza, las palas y los tazones.
Huram hizo todos estos objetos de bronce bruñido para el templo del Señor
, tal como le había indicado el rey Salomón.
46
El rey mandó que se fundieran en moldes de barro en el valle del Jordán, entre Sucot y Saretán.
47
Salomón no pesó los utensilios porque eran muchos; el peso del bronce no se pudo medir.
48
Salomón también hizo todo el mobiliario para el templo del Señor
:
el altar de oro;
la mesa de oro para el pan de la Presencia;
49
los candelabros de oro macizo, cinco en el sur y cinco en el norte, frente al Lugar Santísimo;
las decoraciones de flores, las lámparas y las tenazas, todo de oro;
50
los cuencos pequeños, las despabiladeras para las lámparas, los tazones, la vajilla y los recipientes para quemar incienso, todo de oro macizo;
y las puertas para las entradas al Lugar Santísimo y al salón principal del templo, con el frente revestido de oro.
51
Así terminó el rey Salomón todo su trabajo para el templo del Señor
. Luego trajo todos los obsequios que su padre David había consagrado —la plata, el oro y los diversos objetos— y los guardó en los tesoros del templo del Señor
.