8
Así que le envió la siguiente respuesta a Salomón:
«He recibido tu mensaje y te proporcionaré toda la madera de cedro y de ciprés que necesites.
9
Mis siervos llevarán los troncos desde las montañas del Líbano hasta el mar Mediterráneo
y los pondrán en forma de balsas para que floten a lo largo de la costa hacia el lugar que tú decidas. Luego desarmaremos las balsas para que ustedes puedan llevarse los troncos. Puedes pagarme proveyendo alimentos para mi casa».
10
Entonces Hiram proporcionó toda la madera de cedro y ciprés que Salomón quiso.
11
Salomón le enviaba, a cambio, un pago anual de 4.400.000 kilos
de trigo para su casa y 440.000 litros
de aceite de oliva puro.
12
El Señor
le dio sabiduría a Salomón tal como se lo había prometido. Así que Hiram y Salomón formaron una alianza de paz.
13
Luego el rey Salomón impuso trabajo forzado a treinta mil trabajadores de todo Israel.
14
Los envió al Líbano en turnos de diez mil por mes, de modo que cada hombre estuviera un mes en el Líbano y dos meses en casa. Adoniram estaba a cargo de estos trabajadores.
15
Salomón también tenía setenta mil obreros, ochenta mil cortadores de piedra en la zona montañosa
16
y tres mil seiscientos
capataces para supervisar el trabajo.
17
Por orden del rey, ellos extrajeron grandes bloques de piedra de la mejor calidad y les dieron forma para hacer los cimientos del templo.
18
Hombres de la ciudad de Gebal ayudaron a los constructores de Salomón y de Hiram a preparar la madera y la piedra para el templo.