16 Ahora yo te hago una petición, no me la niegues . Y ella le dijo: Habla.
17 El entonces dijo: Te ruego que hables al rey Salomón, pues él no te lo negará, para que me dé por mujer a Abisag sunamita.
18 Y Betsabé dijo: Muy bien; hablaré por ti al rey.
19 Betsabé fue al rey Salomón para hablarle por Adonías. El rey se levantó a recibirla, se inclinó delante de ella, y se sentó en su trono; hizo colocar un trono para la madre del rey y ella se sentó a su diestra.
20 Entonces ella dijo: Te hago una pequeña petición; no me la niegues. Y el rey le dijo: Pide, madre mía, porque no te la negaré.
21 Y ella dijo: Que se dé a Abisag sunamita por mujer a tu hermano Adonías.
22 El rey Salomón respondió, y dijo a su madre: ¿Por qué pides a Abisag sunamita para Adonías? Pide para él también el reino, pues es mi hermano mayor, y con él están el sacerdote Abiatar y Joab, hijo de Sarvia.
23 Y el rey Salomón juró por el SEÑOR, diciendo: Así me haga Dios y aun más, si Adonías no ha hablado esta palabra contra su propia vida.
24 Ahora pues, vive el SEÑOR que me ha confirmado y me ha puesto en el trono de mi padre David, y que me ha hecho una casa como había prometido, que Adonías morirá hoy mismo.
25 El rey Salomón envió a Benaía, hijo de Joiada, y éste arremetió contra Adonías y lo mató.
26 Entonces dijo el rey al sacerdote Abiatar: Vete a Anatot, a tu campo, porque mereces morir; pero no te daré muerte en esta ocasión porque llevaste el arca del Señor DIOS delante de mi padre David, y porque fuiste afligido con todas las cosas con que mi padre fue afligido.
27 Así Salomón privó a Abiatar de ser sacerdote del SEÑOR, para que se cumpliera la palabra que el SEÑOR había hablado acerca de la casa de Elí en Silo.
28 Cuando las noticias llegaron a Joab (porque Joab había seguido a Adonías, aunque no había seguido a Absalón), Joab huyó a la tienda del SEÑOR y se asió a los cuernos del altar.
29 Y se le informó al rey Salomón que Joab había huido a la tienda del SEÑOR, y que estaba junto al altar. Entonces Salomón envió a Benaía, hijo de Joiada, diciendo: Ve y arremete contra él.
30 Benaía entró en la tienda del SEÑOR y le dijo: Así ha dicho el rey: "Sal de ahí." Pero él dijo: No, pues moriré aquí. Benaía llevó la respuesta al rey, diciendo: Así habló Joab y así me respondió.
31 Y el rey le dijo: Haz como él ha dicho; arremete contra él, mátalo y entiérralo, para que quites de mí y de la casa de mi padre la sangre que Joab derramó sin causa.
32 El SEÑOR hará volver su sangre sobre su propia cabeza, porque él arremetió contra dos hombres más justos y mejores que él y los mató a espada sin que mi padre David lo supiera: a Abner, hijo de Ner, jefe del ejército de Israel, y a Amasa, hijo de Jeter, jefe del ejército de Judá.
33 Su sangre, pues, recaerá sobre la cabeza de Joab y sobre la cabeza de su descendencia para siempre; pero para David y su descendencia, para su casa y su trono, haya paz de parte del SEÑOR para siempre.
34 Entonces subió Benaía, hijo de Joiada, arremetió contra él y lo mató; y fue sepultado en su casa en el desierto.
35 En su lugar el rey nombró sobre el ejército a Benaía, hijo de Joiada, y el rey nombró al sacerdote Sadoc en lugar de Abiatar.
36 Después el rey envió a llamar a Simei, y le dijo: Edifícate una casa en Jerusalén, vive ahí y no salgas de allí a ninguna parte.
37 Porque el día que salgas y pases el torrente Cedrón, ten por cierto que sin duda morirás; tu sangre recaerá sobre tu cabeza.
38 Entonces Simei dijo al rey: La palabra es buena; como ha dicho el rey mi señor, así lo hará tu siervo. Y vivió Simei en Jerusalén muchos días.
39 Pero aconteció al cabo de tres años, que dos de los siervos de Simei huyeron a Aquis, hijo de Maaca, rey de Gat. Le avisaron a Simei, diciéndole: He aquí, tus siervos están en Gat.
40 Simei se levantó, ensilló su asno y fue a Gat a ver a Aquis para buscar a sus siervos. Fue, pues, Simei y trajo sus siervos de Gat.
41 Pero informaron a Salomón que Simei había ido de Jerusalén hasta Gat y había vuelto.
42 Entonces el rey envió a llamar a Simei y le dijo: ¿No te hice jurar por el SEÑOR y te advertí seriamente, diciendo: "El día que salgas y vayas a cualquier parte, ten por seguro que ciertamente morirás"? Y tú me dijiste: "La palabra que he oído es buena."
43 ¿Por qué, entonces, no guardaste el juramento del SEÑOR y el mandamiento que te impuse?
44 Dijo además el rey a Simei: Tú sabes todo el mal que hiciste a mi padre David, que tú reconoces en tu corazón; el SEÑOR, pues, hará recaer tu mal sobre tu propia cabeza.
45 Pero el rey Salomón será bendito, y el trono de David será firme delante del SEÑOR para siempre.
46 Entonces el rey mandó a Benaía, hijo de Joiada, y éste salió y arremetió contra Simei y lo mató. Así fue confirmado el reino en las manos de Salomón.

English Standard Version ESV

1 Kings 2:16 And now I have one request to make of you; do not refuse me." She said to him, "Speak."

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

1 Reyes 2:16 Y ahora yo te hago una petición: no me hagas volver mi rostro. Y ella le dijo: Habla

King James Version KJV

1 Kings 2:16 And now I ask one petition of thee, denya me not. And she said unto him, Say on.

New King James Version NKJV

1 Kings 2:16 Now I ask one petition of you; do not deny me." And she said to him, "Say it."

Nueva Traducción Viviente NTV

1 Reyes 2:16 Ahora solo tengo un favor que pedirte, no me lo niegues.
—¿De qué se trata? —preguntó ella.

Nueva Versión Internacional NVI

1 Reyes 2:16 Pues bien, tengo una petición que hacerle, y espero que me la conceda.—Continúa —dijo ella.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

1 Reyes 2:16 Y ahora yo te hago una petición: no me hagas volver mi rostro. Y ella le dijo: Habla.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

1 Reyes 2:16 Y ahora yo te hago una petición: no me hagas volver mi rostro. Y ella le dijo: Habla.

Herramientas de Estudio para 1 Reyes 2:16-46