1
Por lo tanto, desháganse de toda mala conducta. Acaben con todo engaño, hipocresía, celos y toda clase de comentarios hirientes.
2
Como bebés recién nacidos, deseen con ganas la leche espiritual pura para que crezcan a una experiencia plena de la salvación. Pidan a gritos ese alimento nutritivo
3
ahora que han probado la bondad del Señor.
4
Piedras vivas para la casa de Dios
Ahora ustedes se acercan a Cristo, quien es la piedra viva principal del templo de Dios. La gente lo rechazó, pero Dios lo eligió para darle gran honra.
5
Y ustedes son las piedras vivas con las cuales Dios edifica su templo espiritual. Además, son sacerdotes santos.
Por la mediación de Jesucristo, ustedes ofrecen sacrificios espirituales que agradan a Dios.
6
Como dicen las Escrituras:
«Pongo en Jerusalén
una piedra principal,
elegida para gran honra,
y todo el que confíe en él
jamás será deshonrado»
.
7
Así es, ustedes, los que confían en él, reconocen la honra que Dios le ha dado; pero para aquellos que lo rechazan,
«La piedra que los constructores rechazaron
ahora se ha convertido en la piedra principal»
.
8
Además,
«Él es la piedra que hace tropezar a muchos,
es la roca que los hace caer»
.
Tropiezan porque no obedecen la palabra de Dios y por eso se enfrentan con el destino que les fue preparado.