10
Es él quien edificará el templo para honrar mi nombre. Él será mi hijo, y yo seré su padre. Además, afirmaré el trono de su reino sobre Israel para siempre”.
11
»Ahora, hijo mío, que el Señor
esté contigo y te dé éxito al seguir sus instrucciones en la edificación del templo del Señor
tu Dios.
12
Que el Señor
te dé sabiduría y entendimiento, para que obedezcas la ley del Señor
tu Dios mientras gobiernes a Israel.
13
Pues tendrás éxito si obedeces cuidadosamente los decretos y las ordenanzas que el Señor
le dio a Israel por medio de Moisés. ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes!
14
»He trabajado mucho para proveer los materiales para construir el templo del Señor
. Hay 3.400.000 kilos de oro, 34.000.000 de kilos de plata,
y tanto hierro y bronce que es imposible pesarlos. También he reunido madera y piedras para las paredes, aunque tal vez necesites agregar más.
15
Cuentas con un buen número de hábiles carpinteros, canteros y artesanos de toda clase.
16
Además, cuentas con expertos en orfebrería y platería, y trabajadores del bronce y del hierro. ¡Ahora, manos a la obra y que el Señor
esté contigo!».
17
Después David ordenó a todos los líderes de Israel que ayudaran a Salomón en este proyecto.
18
«El Señor
su Dios está con ustedes —les declaró—, y les ha dado paz con las naciones vecinas. Él me las entregó, y ahora están sometidas al Señor
y a su pueblo.
19
Busquen al Señor
su Dios con todo el corazón y con toda el alma. Edifiquen el santuario del Señor
Dios, para que puedan traer el arca del pacto del Señor
y los utensilios sagrados de Dios al templo edificado para honrar el nombre del Señor
».