18
Los siguientes hombres fueron elegidos como sus ayudantes: Zacarías, Jaaziel,
Semiramot, Jehiel, Uni, Eliab, Benaía, Maaseías, Matatías, Elifelehu, Micnías y los porteros Obed-edom y Jeiel.
19
Los músicos Hemán, Asaf y Etán fueron elegidos para hacer resonar los címbalos de bronce.
20
Zacarías, Aziel, Semiramot, Jehiel, Uni, Eliab, Maaseías y Benaía fueron elegidos para tocar las arpas.
21
Matatías, Elifelehu, Micnías, Obed-edom, Jeiel y Azazías fueron elegidos para tocar las liras.
22
Quenanías, el jefe de los levitas, fue seleccionado por su habilidad para dirigir el coro.
23
Berequías y Elcana fueron elegidos para vigilar
el arca.
24
Sebanías, Josafat, Natanael, Amasai, Zacarías, Benaía y Eliezer —todos sacerdotes— fueron elegidos para tocar las trompetas cuando marchaban delante del arca de Dios. Obed-edom y Jehías también fueron elegidos para vigilar el arca.
25
Traslado del arca a Jerusalén
Luego David y los ancianos de Israel junto con los generales del ejército
fueron a la casa de Obed-edom para trasladar el arca del pacto del Señor
a Jerusalén con gran celebración.
26
Como era evidente que Dios ayudaba a los levitas mientras llevaban el arca del pacto del Señor
, sacrificaron siete toros y siete carneros.
27
David estaba vestido con un manto de lino fino, al igual que todos los levitas que cargaban el arca y también los cantores y Quenanías, el director del coro. David también llevaba puesta una vestidura sacerdotal.
28
Así que todo Israel trasladó el arca del pacto del Señor
entre gritos de alegría, toques de cuernos de carneros y trompetas, el estrépito de címbalos, y la música de arpas y liras.
29
Pero cuando el arca del pacto del Señor
entraba a la Ciudad de David, Mical, hija de Saúl, se asomó por la ventana. Cuando vio que el rey David saltaba y reía de alegría, se llenó de desprecio hacia él.