16
Pues si los muertos no resucitan, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado;
17
y si Cristo no ha resucitado, vuestra fe es falsa; todavía estáis en vuestros pecados.
18
Entonces también los que han dormido en Cristo han perecido.
19
Si hemos esperado en Cristo para esta vida solamente, somos, de todos los hombres, los más dignos de lástima.
20
Mas ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que durmieron.
21
Porque ya que la muerte entró por un hombre, también por un hombre vino la resurrección de los muertos.
22
Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
23
Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo en su venida;
24
entonces vendrá el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, después que haya abolido todo dominio y toda autoridad y poder.
25
Pues El debe reinar hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.
26
Y el último enemigo que será abolido es la muerte.
27
Porque EL HA PUESTO TODO EN SUJECION BAJO SUS PIES. Pero cuando dice que todas las cosas le están sujetas, es evidente que se exceptúa a aquel que ha sometido a El todas las cosas.
28
Y cuando todo haya sido sometido a El, entonces también el Hijo mismo se sujetará a aquel que sujetó a El todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.
29
De no ser así, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos? Si de ninguna manera los muertos resucitan, ¿por qué, entonces, se bautizan por ellos?
30
Y también, ¿por qué estamos en peligro a toda hora?
31
Os aseguro, hermanos, por la satisfacción que siento por vosotros en Cristo Jesús nuestro Señor, que cada día estoy en peligro de muerte .
32
Si por motivos humanos luché contra fieras en Efeso, ¿de qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, COMAMOS Y BEBAMOS, QUE MAÑANA MORIREMOS.
33
No os dejéis engañar: Las malas compañías corrompen las buenas costumbres.
34
Sed sobrios, como conviene, y dejad de pecar; porque algunos no tienen conocimiento de Dios. Para verguenza vuestra lo digo.
35
Pero alguno dirá: ¿Cómo resucitan los muertos? ¿Y con qué clase de cuerpo vienen?
36
¡Necio! Lo que tú siembras no llega a tener vida si antes no muere;