1
Y ustedes deberían imitarme a mí, así como yo imito a Cristo.
2
Instrucciones para la adoración en público
Cuánto me alegro de que ustedes siempre me tienen en sus pensamientos y de que siguen las enseñanzas que les transmití.
3
Pero hay algo que quiero que sepan: la cabeza de todo hombre es Cristo, la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios.
4
El hombre deshonra a su cabeza si se cubre la cabeza
mientras ora o profetiza.
5
En cambio, la mujer deshonra a su cabeza
si ora o profetiza sin cubrirse la cabeza, porque es como si se la rapara.
6
Efectivamente, si ella se niega a ponerse algo para cubrirse la cabeza, ¡debería cortarse todo el cabello! Ya que es vergonzoso que la mujer se corte el cabello o se rape la cabeza, debería cubrírsela con algo.
7
El hombre no debería ponerse nada sobre la cabeza cuando adora a Dios, porque el hombre fue hecho a la imagen de Dios y refleja la gloria de Dios. Y la mujer refleja la gloria del hombre.
8
Pues el primer hombre no provino de ninguna mujer, sino que la primera mujer provino de un hombre.