21
No podéis beber la copa del Señor y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios.
22
¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos, acaso, más fuertes que El?
23
Todo es lícito, pero no todo es de provecho. Todo es lícito, pero no todo edifica.
24
Nadie busque su propio bien, sino el de su prójimo.
25
Comed de todo lo que se vende en la carnicería sin preguntar nada por motivos de conciencia;
26
PORQUE DEL SEÑOR ES LA TIERRA Y TODO LO QUE EN ELLA HAY.
27
Si algún incrédulo os invita y queréis ir, comed de todo lo que se os ponga delante sin preguntar nada por motivos de conciencia.
28
Pero si alguien os dice: Esto ha sido sacrificado a los ídolos, no la comáis, por causa del que os lo dijo, y por motivos de conciencia; PORQUE DEL SEÑOR ES LA TIERRA Y TODO LO QUE EN ELLA HAY.
29
Quiero decir, no vuestra conciencia, sino la del otro; pues ¿por qué ha de ser juzgada mi libertad por la conciencia ajena?
30
Si participo con agradecimiento, ¿por qué he de ser censurado a causa de aquello por lo cual doy gracias?
31
Entonces, ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquiera otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
32
No seáis motivo de tropiezo ni a judíos, ni a griegos, ni a la iglesia de Dios;
33
así como también yo procuro agradar a todos en todo, no buscando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.