12
Por tanto, el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga.
13
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres; y fiel es Dios, que no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podéis soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que podáis resistirla.
14
Por tanto, amados míos, huid de la idolatría.
15
Os hablo como a sabios; juzgad vosotros lo que digo.
16
La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la participación en la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la participación en el cuerpo de Cristo?
17
Puesto que el pan es uno, nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan.
18
Considerad al pueblo de Israel : los que comen los sacrificios, ¿no participan del altar?
19
¿Qué quiero decir, entonces? ¿Que lo sacrificado a los ídolos es algo, o que un ídolo es algo?
20
No, sino que digo que lo que los gentiles sacrifican, lo sacrifican a los demonios y no a Dios; no quiero que seáis partícipes con los demonios.
21
No podéis beber la copa del Señor y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios.
22
¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos, acaso, más fuertes que El?