3
Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les den gracia y paz.
4
Pablo da gracias a Dios
Siempre doy gracias a mi Dios por ustedes y por los dones inmerecidos que les dio ahora que pertenecen a Cristo Jesús.
5
Por medio de él, Dios ha enriquecido la iglesia de ustedes en todo sentido, con toda la elocuencia y todo el conocimiento que tienen.
6
Eso confirma que es verdad lo que les dije acerca de Cristo.
7
Ahora tienen todos los dones espirituales que necesitan mientras esperan con anhelo el regreso de nuestro Señor Jesucristo.
8
Él los mantendrá firmes hasta el final, para que estén libres de toda culpa el día que nuestro Señor Jesucristo vuelva.
9
Dios lo hará porque él es fiel para hacer lo que dice y los ha invitado a que tengan comunión con su Hijo, Jesucristo nuestro Señor.
10
Divisiones en la iglesia
Amados hermanos, les ruego por la autoridad de nuestro Señor Jesucristo que vivan en armonía los unos con los otros. Que no haya divisiones en la iglesia. Por el contrario, sean todos de un mismo parecer, unidos en pensamiento y propósito.
11
Pues algunos de la casa de Cloé me contaron de las peleas entre ustedes, mis amados hermanos.
12
Algunos de ustedes dicen: «Yo soy seguidor de Pablo». Otros dicen: «Yo sigo a Apolos» o «Yo sigo a Pedro»,
o «Yo sigo únicamente a Cristo».
13
¿Acaso Cristo está dividido en facciones? ¿Fui yo, Pablo, crucificado por ustedes? ¿Fue alguno de ustedes bautizado en el nombre de Pablo? ¡Por supuesto que no!
14
Agradezco a Dios que no bauticé a ninguno de ustedes excepto a Crispo y a Gayo,
15
porque ahora nadie puede decir que fue bautizado en mi nombre.
16
(Ah, sí, también bauticé a los de la casa de Estéfanas, pero no recuerdo haber bautizado a nadie más).
17
Pues Cristo no me envió a bautizar sino a predicar la Buena Noticia, y no con palabras ingeniosas, por temor a que la cruz de Cristo perdiera su poder.
18
La sabiduría de Dios
¡El mensaje de la cruz es una ridiculez para los que van rumbo a la destrucción! Pero nosotros, que vamos en camino a la salvación, sabemos que es el poder mismo de Dios.
19
Como dicen las Escrituras:
«Destruiré la sabiduría de los sabios
y desecharé la inteligencia de los inteligentes»
.
20
Así que, ¿dónde deja eso a los filósofos, a los estudiosos y a los especialistas en debates de este mundo? Dios ha hecho que la sabiduría de este mundo parezca una ridiculez.
21
Ya que Dios, en su sabiduría, se aseguró de que el mundo nunca lo conociera por medio de la sabiduría humana, usó nuestra predicación «ridícula» para salvar a los que creen.
22
Es ridícula para los judíos, que piden señales del cielo. Y es ridícula para los griegos, que buscan la sabiduría humana.
23
Entonces cuando predicamos que Cristo fue crucificado, los judíos se ofenden y los gentiles
dicen que son puras tonterías.