Sigaión de David, que elevó al SEÑOR acerca de Cus el benjaminita.

1 ¡Sálvame, SEÑOR mi Dios, porque en ti busco refugio!¡Líbrame de todos mis perseguidores!
2 De lo contrario, me devorarán como leones;me despedazarán, y no habrá quien me libre.
3 SEÑOR mi Dios, ¿qué es lo que he hecho?¿qué mal he cometido?
4 Si le he hecho daño a mi amigo,si he despojado sin razón al que me oprime,
5 entonces que mi enemigo me persiga y me alcance;que me haga morder el polvoy arrastre mi honra por los suelos. Selah
6 ¡Levántate, SEÑOR, en tu ira;enfréntate al furor de mis enemigos!¡Despierta, oh Dios, e imparte justicia!
7 Que en torno tuyo se reúnan los pueblos;reinaa sobre ellos desde lo alto.
8 ¡El SEÑOR juzgará a los pueblos!Júzgame, SEÑOR, conforme a mi justicia;págame conforme a mi inocencia.
9 Dios justo, que examinas mente y corazón,acaba con la maldad de los malvadosy mantén firme al que es justo.
10 Mi escudo está en Dios,que salva a los de corazón recto.
11 Dios es un juez justo,un Dios que en todo tiempo manifiesta su enojo.
12 Si el malvado no se arrepiente,Dios afilará la espada y tensará el arco;
13 ya ha preparado sus mortíferas armas;ya tiene listas sus llameantes saetas.
14 Miren al preñado de maldad:concibió iniquidad y parirá mentira.
15 Cavó una fosa y la ahondó,y en esa misma fosa caerá.
16 Su iniquidad se volverá contra él;su violencia recaerá sobre su cabeza.
17 ¡Alabaré al SEÑOR por su justicia!¡Al nombre del SEÑOR altísimo cantaré salmos!

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