Nehemías 8:3
y la leyó en presencia de ellos en la plaza que está frente a la puerta del Agua. Todo el pueblo estaba muy atento a la lectura del libro de la ley.
La Biblia de las Américas (Español) BLA
Nehemías 8:3
Y leyó en el libro frente a la plaza que estaba delante de la puerta de las Aguas, desde el amanecer hasta el mediodía, en presencia de hombres y mujeres y de los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley.
English Standard Version ESV
Nehemiah 8:3
And he read from it facing the square before the Water Gate from early morning until midday, in the presence of the men and the women and those who could understand. And the ears of all the people were attentive to the Book of the Law.
La Biblia del Jubileo 2000 JBS
Nehemías 8:3
Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de varones y mujeres y entendidos; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley
Nehemiah 8:3
Then he read from it in the open square that was in front of the Water Gate from morning until midday, before the men and women and those who could understand; and the ears of all the people were attentive to the Book of the Law.
Nueva Traducción Viviente NTV
Nehemías 8:3
Se puso frente a la plaza, justo dentro de la entrada de la puerta del Agua, desde temprano por la mañana hasta el mediodía y leyó en voz alta a todos los que podían entender. Todo el pueblo escuchó atentamente la lectura del libro de la ley.
La Biblia Reina-Valera (Español) RVR
Nehemías 8:3
Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el medio día, en presencia de hombres y mujeres y entendidos; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley.
Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV
Nehemías 8:3
Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de varones y mujeres y entendidos; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley.