Octavo discurso de Job

1 A esto respondió Job:
2 «Mi queja sigue siendo amarga;gimo bajo el peso de su mano.a
3 ¡Ah, si supiera yo dónde encontrar a Dios!¡Si pudiera llegar adonde él habita!
4 Ante él expondría mi caso;llenaría mi boca de argumentos.
5 Podría conocer su respuesta,y trataría de entenderla.
6 ¿Disputaría él conmigo, con todo su poder?¡Claro que no! ¡Ni me acusaría!
7 Ante él cualquier hombre rectopodría presentar su caso,y yo sería absuelto para siempre delante de mi juez.
8 »Si me dirijo hacia el este, no está allí;si me encamino al oeste, no lo encuentro.
9 Si está ocupado en el norte, no lo veo;si se vuelve al sur, no alcanzo a percibirlo.
10 Él, en cambio, conoce mis caminos;si me pusiera a prueba, saldría yo puro como el oro.
11 En sus sendas he afirmado mis pies;he seguido su camino sin desviarme.
12 No me he apartado de los mandamientos de sus labios;en lo más profundo de mi serbhe atesorado las palabras de su boca.
13 »Pero él es soberano;c¿quién puede hacerlo desistir?Lo que él quiere hacer, lo hace.
14 Hará conmigo lo que ha determinado;todo lo que tiene pensado lo realizará.
15 Por eso me espanto en su presencia;si pienso en todo esto, me lleno de temor.
16 Dios ha hecho que mi corazón desmaye;me tiene aterrado el Todopoderoso.
17 Con todo, no logran acallarme las tinieblasni la densa oscuridad que cubre mi rostro.

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