Jeremías 31:40
Y todo el valle donde se arrojan los cadáveres y las cenizas, y todos los campos, hasta el arroyo de Cedrón y hasta la puerta de los Caballos, en la esquina oriental, estarán consagrados al SEÑOR. ¡Nunca más la ciudad será arrancada ni derribada!»
La Biblia de las Américas (Español) BLA
Jeremías 31:40
Y todo el valle de los cadáveres y de las cenizas, y todos los campos hasta el arroyo Cedrón, hasta la esquina de la puerta de los Caballos hacia el oriente, serán santos al SEÑOR. La ciudad no será arrancada ni derribada nunca jamás.
English Standard Version ESV
Jeremiah 31:40
The whole valley of the dead bodies and the ashes, and all the fields as far as the brook Kidron, to the corner of the Horse Gate toward the east, shall be sacred to the LORD. It shall not be uprooted or overthrown anymore forever."
La Biblia del Jubileo 2000 JBS
Jeremías 31:40
Y todo el valle de los cuerpos muertos y de la ceniza con la grosura quemada, y todas las llanuras hasta el arroyo de Cedrón, hasta la esquina de la puerta de los caballos al oriente, será Santo al SEÑOR; no será arrancada, ni destruida más para siempre
Jeremiah 31:40
And the whole valley of the dead bodies and of the ashes, and all the fields as far as the Brook Kidron, to the corner of the Horse Gate toward the east, shall be holy to the Lord. It shall not be plucked up or thrown down anymore forever."
Nueva Traducción Viviente NTV
Jeremías 31:40
y el área entera —incluidos el cementerio y el basurero de cenizas en el valle, y todos los campos en el oriente hasta el valle de Cedrón y hasta la puerta de los Caballos— será santa al Señor . Nunca más la ciudad será conquistada ni destruida».
La Biblia Reina-Valera (Español) RVR
Jeremías 31:40
Y todo el valle de los cuerpos muertos y de la ceniza, y todas las llanuras hasta el arroyo de Cedrón, hasta la esquina de la puerta de los caballos al oriente, será santo á Jehová: no será arrancada, ni destruída más para siempre.
Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV
Jeremías 31:40
Y todo el valle de los cuerpos muertos y de la ceniza, y todas las llanuras hasta el arroyo de Cedrón, hasta la esquina de la puerta de los caballos al oriente, será Santo al SEÑOR; no será arrancada, ni destruida más para siempre.