Eclesiastés 9:3
Hay un mal en todo lo que se hace en esta vida: que todos tienen un mismo final. Además, el corazón del hombre rebosa de maldad; la locura está en su corazón toda su vida, y su fin está entre los muertos.
La Biblia de las Américas (Español) BLA
Eclesiastés 9:3
Este mal hay en todo lo que se hace bajo el sol: que hay una misma suerte para todos. Además, el corazón de los hijos de los hombres está lleno de maldad y hay locura en su corazón toda su vida. Después se van a los muertos.
English Standard Version ESV
Ecclesiastes 9:3
This is an evil in all that is done under the sun, that the same event happens to all. Also, the hearts of the children of man are full of evil, and madness is in their hearts while they live, and after that they go to the dead.
La Biblia del Jubileo 2000 JBS
Eclesiastés 9:3
Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que todos tengan un mismo suceso, y también que el corazón de los hijos de los hombres esté lleno de mal, y de enloquecimiento en su corazón durante su vida; y después, a los muertos
Ecclesiastes 9:3
This is an evil in all that is done under the sun: that one thing happens to all. Truly the hearts of the sons of men are full of evil; madness is in their hearts while they live, and after that they go to the dead.
Nueva Traducción Viviente NTV
Eclesiastés 9:3
¡Parece tan trágico que todo el mundo bajo el sol tenga el mismo destino! Por eso la gente no presta más atención en ser buena. En cambio, cada uno elige su propio camino de locura, porque nadie tiene esperanza. Sea como fuere, lo único que hay por delante es la muerte.
La Biblia Reina-Valera (Español) RVR
Eclesiastés 9:3
Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que todos tengan un mismo suceso, y también que el corazón de los hijos de los hombres esté lleno de mal, y de enloquecimiento en su corazón durante su vida: y después, á los muertos.
Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV
Eclesiastés 9:3
Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que todos tengan un mismo suceso, y también que el corazón de los hijos de los hombres esté lleno de mal, y de enloquecimiento en su corazón durante su vida; y después, a los muertos.