9
Gobiernas los océanos;
dominas las olas embravecidas por la tormenta.
10
Aplastas al gran monstruo marino;
dispersas a tus enemigos con tu brazo poderoso.
11
Los cielos te pertenecen y la tierra también;
todo lo que hay en el mundo es tuyo; tú lo creaste todo.
12
Creaste el norte y el sur;
el monte Tabor y el monte Hermón alaban tu nombre.
13
¡Poderoso es tu brazo!
¡Fuerte es tu mano!
Tu mano derecha se levanta en alto con gloriosa fuerza.
14
La rectitud y la justicia son el cimiento de tu trono;
el amor inagotable y la verdad van como séquito delante de ti.
15
Felices son los que oyen el alegre llamado a la adoración,
porque caminarán a la luz de tu presencia, Señor
.
16
Todo el día se alegran de tu maravillosa fama;
se regocijan por tu justicia.
17
Tú eres la fuerza gloriosa de ellos.
A ti te agrada hacernos fuertes.
18
Así es, nuestra protección viene del Señor
,
y él, el Santo de Israel, nos ha dado nuestro rey.
19
Hace mucho tiempo hablaste a tu pueblo fiel en una visión.
Dijiste: «He levantado a un guerrero;
lo seleccioné de la gente común para que fuera rey.
20
Encontré a mi siervo David;
lo ungí con mi aceite santo.
21
Con mi mano lo mantendré firme,
con mi brazo poderoso, lo haré fuerte.
22
Sus enemigos no lo vencerán
ni lo dominarán los malvados.
23
Aplastaré a sus adversarios frente a él
y destruiré a los que lo odian.
24
Mi fidelidad y mi amor inagotable lo acompañarán,
y con mi autoridad crecerá en poder.
25
Extenderé su gobierno sobre el mar,
su dominio sobre los ríos.
26
Y él clamará a mí: “Tú eres mi Padre,
mi Dios y la Roca de mi salvación”.
27
Lo convertiré en mi primer hijo varón,
el rey más poderoso de la tierra.
28
Lo amaré y le daré mi bondad para siempre;
mi pacto con él nunca tendrá fin.
29
Me aseguraré de que tenga heredero;
su trono será interminable, como los días del cielo.