3
Pues mis palabras son sabias
y mis pensamientos están llenos de buena percepción.
4
Escucho con atención muchos proverbios
y resuelvo enigmas con la inspiración del sonido de un arpa.
5
¿Por qué tendría que temer cuando vienen dificultades,
cuando los enemigos me rodean?
6
Ellos se fían de sus posesiones
y se jactan de sus grandes riquezas.
7
Sin embargo, no pueden redimirse de la muerte
pagándole un rescate a Dios.
8
La redención no se consigue tan fácilmente,
pues nadie podrá jamás pagar lo suficiente
9
como para vivir para siempre
y nunca ver la tumba.
10
Los sabios finalmente tendrán que morir,
al igual que los necios y los insensatos,
y dejarán toda su riqueza atrás.
11
La tumba es su hogar eterno,
donde permanecerán para siempre.
Podrán ponerle su propio nombre a sus propiedades,
12
pero su fama no durará.
Morirán, al igual que los animales.
13
Ese es el destino de los necios,
aunque sean recordados como si hubieran sido sabios.
Interludio