1
Salmo 46
Para el director del coro: cántico de los descendientes de Coré; entónese con voces de soprano.
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,
siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad.
2
Por lo tanto, no temeremos cuando vengan terremotos
y las montañas se derrumben en el mar.
3
¡Que rujan los océanos y hagan espuma!
¡Que tiemblen las montañas mientras suben las aguas!
Interludio
4
Un río trae gozo a la ciudad de nuestro Dios,
el hogar sagrado del Altísimo.
5
Dios habita en esa ciudad; no puede ser destruida;
en cuanto despunte el día, Dios la protegerá.
6
¡Las naciones se encuentran en un caos,
y sus reinos se desmoronan!
¡La voz de Dios truena,
y la tierra se derrite!