2
Son tantos los que dicen:
«¡Dios no lo rescatará!».
Interludio
3
Pero tú, oh Señor
, eres un escudo que me rodea;
eres mi gloria, el que sostiene mi cabeza en alto.
4
Clamé al Señor
,
y él me respondió desde su monte santo.
Interludio
5
Me acosté y dormí,
pero me desperté a salvo,
porque el Señor
me cuidaba.
6
No tengo miedo a los diez mil enemigos
que me rodean por todas partes.
7
¡Levántate, oh Señor
!
¡Rescátame, Dios mío!
¡Abofetea a todos mis enemigos!
¡Destroza los dientes de los malvados!
8
La victoria proviene de ti, oh Señor
;
bendice a tu pueblo.
Interludio