11
No, el Señor
se deleita en los que le temen,
en los que ponen su esperanza en su amor inagotable.
12
¡Glorifica al Señor
, oh Jerusalén!
¡Alaba a tu Dios, oh Sión!
13
Pues él ha reforzado las rejas de tus puertas
y ha bendecido a tus hijos que habitan dentro de tus murallas.
14
Envía paz por toda tu nación
y te sacia el hambre con el mejor trigo.
15
Envía sus órdenes al mundo;
¡qué veloz corre su palabra!
16
Envía la nieve como lana blanca
y esparce la escarcha sobre la tierra como ceniza.
17
Lanza el granizo como piedras.
¿Quién puede resistir su frío congelante?
18
Luego, a su orden todo se derrite;
envía sus vientos y el hielo se disuelve.
19
Dios reveló su palabra a Jacob,
sus decretos y ordenanzas a Israel.
20
No ha hecho esto con ninguna otra nación;
las demás naciones no conocen sus ordenanzas.
¡Alabado sea el Señor
!