4
Sabes lo que voy a decir
incluso antes de que lo diga, Señor
.
5
Vas delante y detrás de mí.
Pones tu mano de bendición sobre mi cabeza.
6
Semejante conocimiento es demasiado maravilloso para mí,
¡es tan elevado que no puedo entenderlo!
7
¡Jamás podría escaparme de tu Espíritu!
¡Jamás podría huir de tu presencia!
8
Si subo al cielo, allí estás tú;
si desciendo a la tumba,
allí estás tú.
9
Si cabalgo sobre las alas de la mañana,
si habito junto a los océanos más lejanos,
10
aun allí me guiará tu mano
y me sostendrá tu fuerza.
11
Podría pedirle a la oscuridad que me ocultara,
y a la luz que me rodea, que se convierta en noche;
12
pero ni siquiera en la oscuridad puedo esconderme de ti.
Para ti, la noche es tan brillante como el día.
La oscuridad y la luz son lo mismo para ti.
13
Tú creaste las delicadas partes internas de mi cuerpo
y me entretejiste en el vientre de mi madre.
14
¡Gracias por hacerme tan maravillosamente complejo!
Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien.