70
El corazón de ellos es torpe y necio,
yo, en cambio, me deleito en tus enseñanzas.
71
El sufrimiento me hizo bien,
porque me enseñó a prestar atención a tus decretos.
72
Tus enseñanzas son más valiosas para mí
que millones en oro y plata.
73
Yod
Tú me hiciste; me creaste.
Ahora dame la sensatez de seguir tus mandatos.
74
Que todos los que te temen encuentren en mí un motivo de alegría,
porque he puesto mi esperanza en tu palabra.
75
Señor
, sé que tus ordenanzas son justas;
me disciplinaste porque lo necesitaba.
76
Ahora deja que tu amor inagotable me consuele,
tal como le prometiste a este siervo tuyo.
77
Rodéame con tus tiernas misericordias para que viva,
porque tus enseñanzas son mi deleite.
78
Trae deshonra sobre los arrogantes que mintieron sobre mí;
mientras tanto, me concentraré en tus mandamientos.
79
Permite que esté unido a todos los que te temen,
los que conocen tus leyes.
80
Que sea intachable en guardar tus decretos;
entonces nunca seré avergonzado.