5
¡Qué bondadoso es el Señor
! ¡Qué bueno es él!
¡Tan misericordioso, este Dios nuestro!
6
El Señor
protege a los que tienen fe como de un niño;
estuve frente a la muerte, y él me salvó.
7
Que mi alma descanse nuevamente,
porque el Señor
ha sido bueno conmigo.
8
Me rescató de la muerte,
quitó las lágrimas de mis ojos,
y libró a mis pies de tropezar.
9
¡Así que camino en la presencia del Señor
mientras vivo aquí en la tierra!
10
Creí en ti, por tanto dije:
«S
, estoy muy afligido».
11
En mi ansiedad clamé a ti:
«¡Estas personas son todas mentirosas!».
12
¿Qué puedo ofrecerle al Señor
por todo lo que ha hecho a mi favor?
13
Levantaré la copa de la salvación
y alabaré el nombre del Señor
por salvarme.
14
Cumpliré las promesas que le hice al Señor
en presencia de todo su pueblo.
15
Al Señor
le conmueve profundamente
la muerte de sus amados.