26
Pero el Señor
envió a su siervo Moisés,
junto con Aarón, a quien había escogido.
27
Ellos realizaron señales asombrosas entre los egipcios,
y maravillas en la tierra de Cam.
28
El Señor
cubrió a Egipto con oscuridad,
porque los egipcios desobedecieron las órdenes de dejar ir a su pueblo.
29
Convirtió sus aguas en sangre
y envenenó a todos los peces.
30
Luego las ranas infestaron la tierra
y hasta invadieron las habitaciones del rey.
31
Cuando el Señor
habló, enjambres de moscas descendieron sobre los egipcios,
y hubo una nube de mosquitos por todo Egipto.
32
Les envió granizo en lugar de lluvia,
y destellaron relámpagos sobre la tierra.
33
Arruinó sus vides y sus higueras
y destrozó todos los árboles.
34
Habló, y vinieron oleadas de langostas,
langostas jóvenes en cantidades innumerables.
35
Se comieron todo lo verde que había en la tierra
y destruyeron todos los cultivos de los campos.
36
Después mató al hijo mayor de cada hogar egipcio,
el orgullo y la alegría de cada familia.