22
Al amanecer, se escabullen
y se meten en sus guaridas para descansar.
23
Entonces la gente sale a trabajar
y realiza sus labores hasta el anochecer.
24
Oh Señor
, ¡cuánta variedad de cosas has creado!
Las hiciste todas con tu sabiduría;
la tierra está repleta de tus criaturas.
25
Allí está el océano, ancho e inmenso,
rebosando de toda clase de vida,
especies tanto grandes como pequeñas.
26
Miren los barcos que pasan navegando,
y al Leviatán,
al cual hiciste para que juegue en el mar.
27
Todos dependen de ti
para recibir el alimento según su necesidad.
28
Cuando tú lo provees, ellos lo recogen.
Abres tu mano para alimentarlos,
y quedan sumamente satisfechos.
29
Pero si te alejas de ellos, se llenan de pánico.
Cuando les quitas el aliento,
mueren y vuelven otra vez al polvo.
30
Cuando les das tu aliento,
se genera la vida
y renuevas la faz de la tierra.
31
¡Que la gloria del Señor
continúe para siempre!
¡El Señor
se deleita en todo lo que ha creado!
32
La tierra tiembla ante su mirada;
las montañas humean cuando él las toca.