3 El prudente se anticipa al peligro y toma precauciones.
El simplón avanza a ciegas y sufre las consecuencias.
4 La verdadera humildad y el temor del Señor
conducen a riquezas, a honor y a una larga vida.
5 Los corruptos van por un camino espinoso y traicionero;
el que aprecie la vida lo evitará.
6 Dirige a tus hijos por el camino correcto,
y cuando sean mayores, no lo abandonarán.
7 Así como el rico gobierna al pobre,
el que pide prestado es sirviente del que presta.
8 Los que siembran injusticia cosecharán desgracia,
y su régimen de terror se acabará.
9 Benditos son los generosos,
porque alimentan a los pobres.
10 Echa fuera al burlón, y también se acabarán las peleas.
Los pleitos y los insultos desaparecerán.
11 El que ama la pureza del corazón y habla con gracia
tendrá al rey como amigo.
12 El Señor
preserva a los que tienen conocimiento,
pero arruina los planes de los traicioneros.
13 El perezoso afirma: «¡Hay un león allí afuera!
¡Si salgo, me puede matar!».
14 La boca de la mujer inmoral es una trampa peligrosa;
los que provoquen el enojo del Señor
caerán en ella.
15 El corazón del muchacho está lleno de necedad,
pero la disciplina física la alejará de él.
16 La persona que saca ventaja oprimiendo al pobre,
o llenando de regalos al rico, terminará en la pobreza.
17 Dichos de los sabios
Escucha las palabras de los sabios;
aplica tu corazón a mi enseñanza.
18 Pues es bueno guardar estos dichos en tu corazón
y tenerlos siempre a flor de labios.
19 Yo te enseño hoy —sí, a ti—
para que confíes en el Señor
.
20 Te he escrito treinta dichos
llenos de consejos y de conocimiento.
21 Así podrás conocer la verdad
y llevar un informe preciso a quienes te enviaron.
22 No le robes al pobre tan solo porque puedes hacerlo,
ni saques provecho de los necesitados en la corte,
23 porque el Señor
es su defensor.
Él destruirá a todo el que los destruya.
24 No te hagas amigo de la gente irritable,
ni te juntes con los que pierden los estribos con facilidad,
25 porque aprenderás a ser como ellos
y pondrás en peligro tu alma.
26 No te comprometas a garantizar la deuda de otro
ni seas fiador de nadie.
27 Si no puedes pagar,
te quitarán hasta la cama en la que duermes.
28 No engañes a tu vecino cambiando de lugar los antiguos límites de propiedad
establecidos por generaciones pasadas.
29 ¿Has visto a alguien realmente hábil en su trabajo?
Servirá a los reyes
en lugar de trabajar para la gente común.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Proverbios 22:3 El prudente ve el mal y se esconde, mas los simples siguen adelante y son castigados.

English Standard Version ESV

Proverbs 22:3 The prudent sees danger and hides himself, but the simple go on and suffer for it.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Proverbios 22:3 El avisado ve el mal, y se esconde; mas los simples pasan, y reciben el daño

King James Version KJV

Proverbs 22:3 A prudent man foreseeth the evil, and hideth himself: but the simple pass on, and are punished.

New King James Version NKJV

Proverbs 22:3 A prudent man foresees evil and hides himself, But the simple pass on and are punished.

Nueva Versión Internacional NVI

Proverbios 22:3 El prudente ve el peligro y lo evita;el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Proverbios 22:3 El avisado ve el mal, y escóndese: Mas los simples pasan, y reciben el daño.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Proverbios 22:3 El avisado ve el mal, y se esconde; mas los simples pasan, y reciben el daño.

Herramientas de Estudio para Proverbios 22:3-29