4 Los que por pereza no aran en la temporada correspondiente
no tendrán alimento en la cosecha.
5 Aunque el buen consejo esté en lo profundo del corazón,
la persona con entendimiento lo extraerá.
6 Muchos se dicen ser amigos fieles,
¿pero quién podrá encontrar uno realmente digno de confianza?
7 Los justos caminan con integridad;
benditos son los hijos que siguen sus pasos.
8 Cuando el rey se sienta a juzgar en el tribunal, analiza todas las pruebas,
y separa lo malo de lo bueno.
9 ¿Quién puede decir: «He limpiado mi corazón;
soy puro y estoy libre de pecado»?
10 El Señor
detesta las pesas falsas y las medidas engañosas;
al igual que cualquier tipo de engaño.
11 Aun a los niños se les conoce por su modo de actuar,
si su conducta es o no pura y recta.
12 Los oídos para oír y los ojos para ver;
ambos son regalos del Señor
.
13 Si te encanta dormir terminarás en la pobreza.
¡Mantén los ojos abiertos y tendrás comida en abundancia!
14 El comprador regatea el precio diciendo: «Esto no vale nada»,
¡y después se jacta por una buena compra!
15 Las palabras sabias son más valiosas
que mucho oro y multitud de rubíes.
16 Al que salga fiador por la deuda de un desconocido, pídele una garantía.
Exígele un depósito como garantía si lo hace por extranjeros.
17 El pan robado tiene un sabor dulce,
pero se transforma en arena dentro de la boca.
18 Con buenos consejos los planes tienen éxito;
no entres en guerra sin consejos sabios.
19 El chismoso anda por ahí ventilando secretos,
así que no andes con los que hablan de más.
20 Si insultas a tu padre o a tu madre,
se apagará tu luz en la más densa oscuridad.
21 Una herencia que se obtiene demasiado temprano en la vida
al final no es de bendición.
22 No digas: «Me voy a vengar de este mal»;
espera a que el Señor
se ocupe del asunto.
23 El Señor
detesta el engaño;
no le agradan las balanzas adulteradas.
24 El Señor
dirige nuestros pasos,
entonces, ¿por qué tratar de entender todo lo que pasa?
25 No te acorrales al hacer una promesa apresurada a Dios
y calcular el costo después.
26 El rey sabio esparce a los perversos como trigo,
y luego los atropella con su rueda de trillar.
27 La luz del Señor
penetra el espíritu humano
y pone al descubierto cada intención oculta.
28 El amor inagotable y la fidelidad protegen al rey;
su trono se afianza por medio de su amor.
29 La gloria de los jóvenes es su fuerza;
las canas de la experiencia son el esplendor de los ancianos.
30 El castigo físico limpia la maldad;
semejante disciplina purifica el corazón.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Proverbios 20:4 Desde el otoño, el perezoso no ara, pide en la cosecha, y no hay nada.

English Standard Version ESV

Proverbs 20:4 The sluggard does not plow in the autumn; he will seek at harvest and have nothing.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Proverbios 20:4 El perezoso no ara a causa del invierno; pedirá, pues, en la siega, y no hallará

King James Version KJV

Proverbs 20:4 The sluggard will not plow by reason of the cold; therefore shall he beg in harvest, and have nothing.

New King James Version NKJV

Proverbs 20:4 The lazy man will not plow because of winter; He will beg during harvest and have nothing.

Nueva Versión Internacional NVI

Proverbios 20:4 El perezoso no labra la tierra en otoño;en tiempo de cosecha buscará y no hallará.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Proverbios 20:4 El perezoso no ara á causa del invierno; Pedirá pues en la siega, y no hallará.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Proverbios 20:4 El perezoso no ara a causa del invierno; pedirá, pues, en la siega, y no hallará .

Herramientas de Estudio para Proverbios 20:4-30