32
Partieron de Bene-jaacán y acamparon en Hor-haggidgad.
33
Partieron de Hor-haggidgad y acamparon en Jotbata.
34
Partieron de Jotbata y acamparon en Abrona.
35
Partieron de Abrona y acamparon en Ezión-geber.
36
Partieron de Ezión-geber y acamparon en Cades en el desierto de Zin.
37
Partieron de Cades y acamparon en el monte Hor, en la frontera de Edom.
38
Mientras estaban al pie del monte Hor, el Señor
ordenó al sacerdote Aarón que subiera al monte y allí murió. Eso sucedió a mediados del verano, el primer día del quinto mes,
a los cuarenta años de la salida de Israel de Egipto.
39
Aarón tenía ciento veinte y tres años cuando murió en el monte Hor.
40
En esa ocasión el rey cananeo de Arad, que vivía en el Neguev, en la tierra de Canaán, oyó que el pueblo de Israel se acercaba a su tierra.
41
Mientras tanto, los israelitas dejaron el monte Hor y acamparon en Zalmona.
42
Partieron de Zalmona y acamparon en Punón.
43
Partieron de Punón y acamparon en Obot.
44
Partieron de Obot y acamparon en Ije-abarim en la frontera de Moab.
45
Partieron de Ije-abarim
y acamparon en Dibón-gad.
46
Partieron de Dibón-gad y acamparon en Almón-diblataim.
47
Partieron de Almón-diblataim y acamparon en las montañas al oriente del río,
cerca del monte Nebo.
48
Partieron de las montañas al oriente del río y acamparon en las llanuras de Moab junto al río Jordán, frente a Jericó.
49
Acamparon a lo largo del río Jordán desde Bet-jesimot hasta los prados de las Acacias,
en las llanuras de Moab.
50
Mientras acampaban cerca del río Jordán, en las llanuras de Moab, frente a Jericó, el Señor
dijo a Moisés:
51
«Dale las siguientes instrucciones al pueblo de Israel: cuando crucen el río Jordán a la tierra de Canaán,
52
expulsen a todos los que viven allí. Destruyan todas las imágenes talladas y fundidas y derriben todos sus santuarios paganos.
53
Tomen posesión de la tierra y establézcanse allí, porque a ustedes se la he dado para que la ocupen.
54
Repartan la tierra entre los clanes por sorteo sagrado, en proporción a su tamaño. A los clanes más grandes se les entregará una porción más grande de tierra y a los clanes más pequeños, una porción menor. La decisión del sorteo sagrado es definitiva. De esta manera se hará la repartición de las porciones de tierra entre sus tribus patriarcales.
55
Sin embargo, si no expulsan a los habitantes de la tierra, los que se queden serán como astillas en sus ojos y espinas en sus costados. Los acosarán en la tierra que habitan;
56
y yo haré con ustedes lo mismo que había pensado hacer con ellos».