9 Así que oramos a nuestro Dios y pusimos guardias en la ciudad día y noche para protegernos.
10 Entonces el pueblo de Judá comenzó a quejarse: «Los trabajadores se están cansando, y los escombros que quedan por sacar son demasiados. Jamás podremos construir la muralla por nuestra cuenta».
11 Mientras tanto, nuestros enemigos decían: «Antes de que se den cuenta de lo que está pasando, caeremos encima de ellos, los mataremos y detendremos el trabajo».
12 Los judíos que vivían cerca de los enemigos venían y nos decían una y otra vez: «¡Llegarán de todos lados y nos atacarán!».
13 De manera que coloqué guardias armados detrás de las partes más bajas de la muralla, en los lugares más descubiertos. Puse a la gente por familias para que hiciera guardia con espadas, lanzas y arcos.
14 Luego, mientras revisaba la situación, reuní a los nobles y a los demás del pueblo y les dije: «¡No le tengan miedo al enemigo! ¡Recuerden al Señor, quien es grande y glorioso, y luchen por sus hermanos, sus hijos, sus hijas, sus esposas y sus casas!».
15 Cuando nuestros enemigos se enteraron de que conocíamos sus planes y que Dios mismo los había frustrado, todos volvimos a nuestro trabajo en la muralla.
16 Sin embargo, de ahí en adelante, solo la mitad de los hombres trabajaba mientras que la otra mitad hacía guardia con lanzas, escudos, arcos y cotas de malla. Los líderes se colocaron detrás del pueblo de Judá
17 que edificaba la muralla. Los obreros seguían con el trabajo, sosteniendo con una mano la carga y con la otra un arma.
18 Todos los que construían tenían una espada asegurada a su costado. El que tocaba la trompeta quedó conmigo para tocar alarma.
19 Entonces les expliqué a los nobles, a los oficiales y a todo el pueblo lo siguiente: «La obra es muy extensa, y nos encontramos muy separados unos de otros a lo largo de la muralla.
20 Cuando oigan el sonido de la trompeta, corran hacia el lugar donde esta suene. ¡Entonces nuestro Dios peleará por nosotros!».
21 Trabajábamos desde temprano hasta tarde, desde la salida hasta la puesta del sol; y la mitad de los hombres estaba siempre de guardia.
22 También les dije a todos los que vivían fuera de las murallas que se quedaran en Jerusalén. De esa manera ellos y sus sirvientes podían colaborar con los turnos de guardia de noche y trabajar durante el día.
23 Durante ese tiempo, ninguno de nosotros —ni yo, ni mis parientes, ni mis sirvientes, ni los guardias que estaban conmigo— nos quitamos la ropa. En todo momento portábamos nuestras armas, incluso cuando íbamos por agua.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Nehemías 4:9 Entonces oramos a nuestro Dios, y para defendernos montamos guardia contra ellos de día y de noche.

English Standard Version ESV

Nehemiah 4:9 And we prayed to our God and set a guard as a protection against them day and night.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Nehemías 4:9 Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda de día y de noche sobre los que edificaban

King James Version KJV

Nehemiah 4:9 Nevertheless we made our prayer unto our God, and set a watch against them day and night, because of them.

New King James Version NKJV

Nehemiah 4:9 Nevertheless we made our prayer to our God, and because of them we set a watch against them day and night.

Nueva Versión Internacional NVI

Nehemías 4:9 Oramos entonces a nuestro Dios y decidimos montar guardia día y noche para defendernos de ellos.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Nehemías 4:9 Entonces oramos á nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda contra ellos de día y de noche.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Nehemías 4:9 Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda de día y de noche sobre los que edificaban .

Herramientas de Estudio para Nehemías 4:9-23