16
Enviaron a algunos de sus discípulos, junto con los partidarios de Herodes, a buscarlo.
—Maestro —dijeron—, sabemos lo honesto que eres. Enseñas con verdad el camino de Dios. Eres imparcial y no tienes favoritismos.
17
Ahora bien, dinos qué piensas de lo siguiente: ¿Es correcto que paguemos impuestos al César o no?
18
Pero Jesús conocía sus malas intenciones.
—dijo—.
19
Cuando le entregaron una moneda romana,
20
les preguntó:
21
—Al César —contestaron.
—dijo—,
22
Su respuesta los dejó asombrados, y se marcharon.
23
Discusión acerca de la resurrección
Ese mismo día, se acercaron a Jesús algunos saduceos, líderes religiosos que dicen que no hay resurrección después de la muerte. Le plantearon la siguiente pregunta:
24
—Maestro, Moisés dijo: “Si un hombre muere sin haber tenido hijos, su hermano debe casarse con la viuda y darle un hijo para que el nombre del hermano continúe”
.
25
Ahora bien, supongamos que había siete hermanos. El mayor se casó y murió sin dejar hijos, entonces su hermano se casó con la viuda.
26
El segundo hermano también murió, y el tercero se casó con ella. Lo mismo sucedió con los siete.