6
Los dos discípulos hicieron tal como Jesús les había ordenado.
7
Llevaron la burra y su cría, pusieron sus prendas sobre la cría, y Jesús se sentó allí.
8
De la multitud presente, la mayoría tendió sus prendas sobre el camino delante de él, y otros cortaron ramas de los árboles y las extendieron sobre el camino.
9
Jesús estaba en el centro de la procesión, y toda la gente que lo rodeaba gritaba:
«¡Alaben a Dios
por el Hijo de David!
¡Bendiciones al que viene en el nombre del Señor
!
¡Alaben a Dios en el cielo más alto!»
.
10
Toda la ciudad de Jerusalén estaba alborotada a medida que Jesús entraba. «¿Quién es este?», preguntaban.
11
Y las multitudes contestaban: «Es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea».
12
Jesús despeja el templo
Jesús entró en el templo y comenzó a echar a todos los que compraban y vendían animales para el sacrificio. Volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas.
13
Les dijo:
14
Los ciegos y los cojos se acercaron a Jesús en el templo y él los sanó.
15
Los principales sacerdotes y los maestros de la ley religiosa vieron esos milagros maravillosos y oyeron que hasta los niños en el templo gritaban: «Alaben a Dios por el Hijo de David».
Sin embargo, los líderes estaban indignados.
16
Le preguntaron a Jesús:
—¿Oyes lo que dicen esos niños?
—contestó Jesús—.