2
les dijo a sus consejeros: «¡Este debe ser Juan el Bautista que resucitó de los muertos! Por eso puede hacer semejantes milagros».
3
Pues Herodes había arrestado y encarcelado a Juan como un favor para su esposa, Herodías (ex esposa de Felipe, el hermano de Herodes).
4
Juan venía diciendo a Herodes: «Es contra la ley de Dios que te cases con ella».
5
Herodes quería matar a Juan pero temía que se produjera un disturbio, porque toda la gente creía que Juan era un profeta.
6
Pero durante la fiesta de cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías bailó una danza que a él le agradó mucho;
7
entonces le prometió con un juramento que le daría cualquier cosa que ella quisiera.
8
Presionada por su madre, la joven dijo: «Quiero en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista».
9
Entonces el rey se arrepintió de lo que había dicho; pero debido al juramento que había hecho delante de sus invitados, dio las órdenes necesarias.
10
Así fue que decapitaron a Juan en la prisión,
11
trajeron su cabeza en una bandeja y se la dieron a la joven, quien se la llevó a su madre.
12
Después, los discípulos de Juan llegaron a buscar su cuerpo y lo enterraron. Luego fueron a contarle a Jesús lo que había sucedido.