18
—dijo Jesús.
19
Luego le dijo a la gente que se sentara sobre la hierba. Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró hacia el cielo y los bendijo. Después partió los panes en trozos y se los dio a sus discípulos, quienes los distribuyeron entre la gente.
20
Todos comieron cuanto quisieron, y después los discípulos juntaron doce canastas con lo que sobró.
21
Aquel día, ¡unos cinco mil hombres se alimentaron, además de las mujeres y los niños!
22
Jesús camina sobre el agua
Inmediatamente después, Jesús insistió en que los discípulos regresaran a la barca y cruzaran al otro lado del lago mientras él enviaba a la gente a casa.
23
Después de despedir a la gente, subió a las colinas para orar a solas. Mientras estaba allí solo, cayó la noche.
24
Mientras tanto, los discípulos se encontraban en problemas lejos de tierra firme, ya que se había levantado un fuerte viento y luchaban contra grandes olas.
25
A eso de las tres de la madrugada,
Jesús se acercó a ellos caminando sobre el agua.
26
Cuando los discípulos lo vieron caminar sobre el agua, quedaron aterrados. Llenos de miedo, clamaron: «¡Es un fantasma!».
27
Pero Jesús les habló de inmediato:
—dijo—.
28
Entonces Pedro lo llamó:
—Señor, si realmente eres tú, ordéname que vaya hacia ti caminando sobre el agua.