21
pero, como no tienen raíces profundas, no duran mucho. En cuanto tienen problemas o son perseguidos por creer la palabra de Dios, caen.
22
Las semillas que cayeron entre los espinos representan a los que oyen la palabra de Dios, pero muy pronto el mensaje queda desplazado por las preocupaciones de esta vida y el atractivo de la riqueza, así que no se produce ningún fruto.
23
Las semillas que cayeron en la buena tierra representan a los que de verdad oyen y entienden la palabra de Dios, ¡y producen una cosecha treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa de lo que se había sembrado!
24
Parábola del trigo y la maleza
La siguiente es otra historia que contó Jesús:
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Pero aquella noche, mientras los trabajadores dormían, vino su enemigo, sembró hierbas malas entre el trigo y se escabulló.
26
Cuando el cultivo comenzó a crecer y a producir granos, la maleza también creció.
27
»Los empleados del agricultor fueron a hablar con él y le dijeron: “Señor, el campo donde usted sembró la buena semilla está lleno de maleza. ¿De dónde salió?”.
28
»“¡Eso es obra de un enemigo!”, exclamó el agricultor.
»“¿Arrancamos la maleza?”, le preguntaron.
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»“No —contestó el amo—, si lo hacen, también arrancarán el trigo.
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Dejen que ambas crezcan juntas hasta la cosecha. Entonces les diré a los cosechadores que separen la maleza, la aten en manojos y la quemen, y que pongan el trigo en el granero”».
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Parábola de la semilla de mostaza
La siguiente es otra ilustración que usó Jesús: