3
—¿No han leído en las Escrituras lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre?
4
Entró en la casa de Dios, y él y sus compañeros violaron la ley al comer los panes sagrados, que solo a los sacerdotes se les permitía comer.
5
¿Y no han leído en la ley de Moisés que los sacerdotes de turno en el templo pueden trabajar en el día de descanso?
6
Les digo, ¡aquí hay uno que es superior al templo!
7
Ustedes no habrían condenado a mis discípulos —quienes son inocentes— si conocieran el significado de la Escritura que dice: “Quiero que tengan compasión, no que ofrezcan sacrificios”
.
8
Pues el Hijo del Hombre
es Señor,
¡incluso del día de descanso!
9
Jesús sana en el día de descanso
Luego Jesús entró en la sinagoga de ellos,
10
y allí vio a un hombre que tenía una mano deforme. Los fariseos le preguntaron a Jesús:
—¿Permite la ley que una persona trabaje sanando en el día de descanso?
(Esperaban que él dijera que sí para poder levantar cargos en su contra).
11
Él les respondió:
12
¡Y cuánto más valiosa es una persona que una oveja! Así es, la ley permite que una persona haga el bien en el día de descanso.
13
Después le dijo al hombre:
Entonces el hombre la extendió, y la mano quedó restaurada, ¡igual que la otra!