4
Algunos que estaban a la mesa se indignaron. «¿Por qué desperdiciar un perfume tan costoso? —preguntaron—.
5
¡Podría haberse vendido por el salario de un año
y el dinero dado a los pobres!». Así que la regañaron severamente.
6
Pero Jesús respondió:
7
Siempre habrá pobres entre ustedes, y pueden ayudarlos cuando quieran, pero a mí no siempre me tendrán.
8
Ella hizo lo que pudo y ungió mi cuerpo en preparación para el entierro.
9
Les digo la verdad, en cualquier lugar del mundo donde se predique la Buena Noticia, se recordará y se hablará de lo que hizo esta mujer».
10
Judas acuerda traicionar a Jesús
Entonces Judas Iscariote, uno de los doce discípulos, fue a ver a los principales sacerdotes para llegar a un acuerdo de cómo entregarles a Jesús a traición.
11
Ellos quedaron complacidos cuando oyeron la razón de su visita y le prometieron darle dinero. Entonces él comenzó a buscar una oportunidad para traicionar a Jesús.
12
La última cena
El primer día del Festival de los Panes sin Levadura, cuando se sacrifica el cordero de la Pascua, los discípulos de Jesús le preguntaron: «¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?».
13
Así que Jesús envió a dos de ellos a Jerusalén con las siguientes instrucciones:
14
En la casa donde él entre, díganle al dueño: “El Maestro pregunta: ‘¿Dónde está el cuarto de huéspedes para que pueda comer la cena de Pascua con mis discípulos?’”.
15
Él los llevará a un cuarto grande en el piso de arriba, que ya está listo. Allí deben preparar nuestra cena».
16
Entonces los dos discípulos entraron en la ciudad y encontraron todo como Jesús les había dicho y allí prepararon la cena de Pascua.
17
Por la noche, Jesús llegó con los doce discípulos.
18
Mientras estaban a la mesa,
comiendo, Jesús dijo:
19
Ellos, muy afligidos, le preguntaron uno por uno: «¿Seré yo?».
20
Él contestó:
21
Pues el Hijo del Hombre
tiene que morir, tal como lo declararon las Escrituras hace mucho tiempo. Pero qué aflicción le espera a aquel que lo traiciona. ¡Para ese hombre sería mucho mejor no haber nacido!».
22
Mientras comían, Jesús tomó un poco de pan y lo bendijo. Luego lo partió en trozos, lo dio a sus discípulos y dijo:
23
Y tomó en sus manos una copa de vino y dio gracias a Dios por ella. Se la dio a ellos, y todos bebieron de la copa.
24
Y les dijo:
25
Les digo la verdad, no volveré a beber vino hasta el día en que lo beba nuevo en el reino de Dios».
26
Luego cantaron un himno y salieron al monte de los Olivos.
27
Jesús predice la negación de Pedro
En el camino, Jesús les dijo:
28
Sin embargo, después de ser levantado de los muertos, iré delante de ustedes a Galilea y allí los veré».
29
Pedro le dijo:
—Aunque todos te abandonen, yo jamás lo haré.
30
Jesús respondió:
31
—¡No! —exclamó Pedro enfáticamente—. Aunque tenga que morir contigo, ¡jamás te negaré!
Y los demás juraron lo mismo.
32
Jesús ora en Getsemaní
Fueron al huerto de olivos llamado Getsemaní, y Jesús dijo:
33
Se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan y comenzó a afligirse y angustiarse profundamente.
34
Les dijo: