12
»Un hermano traicionará a muerte a su hermano, un padre traicionará a su propio hijo, y los hijos se rebelarán contra sus padres y harán que los maten.
13
Todos los odiarán a ustedes por ser mis seguidores,
pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo.
14
(Lector, ¡presta atención!).
15
La persona que esté en la azotea no baje a la casa para empacar.
16
El que esté en el campo no regrese ni para buscar un abrigo.
17
¡Qué terribles serán esos días para las mujeres embarazadas y para las madres que amamantan!
18
Y oren para que la huída no sea en invierno.
19
Pues habrá más angustia en esos días que en cualquier otro momento desde que Dios creó al mundo. Y jamás habrá una angustia tan grande.
20
De hecho, a menos que el Señor acorte ese tiempo de calamidad, ni una sola persona sobrevivirá; pero por el bien de los elegidos, él ha acortado esos días.
21
»Entonces, si alguien les dice: “Miren, aquí está el Mesías” o “Allí está”, no lo crean.
22
Pues se levantarán falsos mesías y falsos profetas y realizarán señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos de Dios.