11
Cuando los arresten y los sometan a juicio, no se preocupen de antemano por lo que van a decir. Solo hablen lo que Dios les diga en ese momento, porque no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu Santo.
12
»Un hermano traicionará a muerte a su hermano, un padre traicionará a su propio hijo, y los hijos se rebelarán contra sus padres y harán que los maten.
13
Todos los odiarán a ustedes por ser mis seguidores,
pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo.
14
(Lector, ¡presta atención!).
15
La persona que esté en la azotea no baje a la casa para empacar.
16
El que esté en el campo no regrese ni para buscar un abrigo.
17
¡Qué terribles serán esos días para las mujeres embarazadas y para las madres que amamantan!
18
Y oren para que la huída no sea en invierno.
19
Pues habrá más angustia en esos días que en cualquier otro momento desde que Dios creó al mundo. Y jamás habrá una angustia tan grande.
20
De hecho, a menos que el Señor acorte ese tiempo de calamidad, ni una sola persona sobrevivirá; pero por el bien de los elegidos, él ha acortado esos días.
21
»Entonces, si alguien les dice: “Miren, aquí está el Mesías” o “Allí está”, no lo crean.
22
Pues se levantarán falsos mesías y falsos profetas y realizarán señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos de Dios.
23
¡Tengan cuidado! ¡Les he advertido esto de antemano!
24
»En ese tiempo, después de la angustia de esos días,
el sol se oscurecerá,
la luna no dará luz,
25
las estrellas caerán del cielo,
y los poderes de los cielos serán sacudidos.
26
»Entonces todos verán al Hijo del Hombre
venir en las nubes con gran poder y gloria.
27
Y él enviará a sus ángeles para que reúnan a los elegidos de todas partes del mundo,
desde los extremos más lejanos de la tierra y del cielo.
28
»Ahora, aprendan una lección de la higuera. Cuando las ramas echan brotes y comienzan a salir las hojas, ustedes saben que el verano se acerca.
29
De la misma manera, cuando vean que suceden todas estas cosas, sabrán que su regreso está muy cerca, a las puertas.
30
Les digo la verdad, no pasará esta generación
hasta que todas estas cosas sucedan.
31
El cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras no desaparecerán jamás.